¿Por qué ocurre?
¿Sabías que la piel de una persona adulta puede ocupar una superficie equivalente a casi 2 metros cuadrados y tiene un espesor entre 2 y 5 mm?. Cuanto más es el espesor, mayor es la probabilidad de que esa se agriete.
La superficie de la piel es una barrera que nos defiende de posibles lesiones y agresiones externas. Esta puede alterarse y agrietarse por diversos factores, perdiendo así su capacidad de defensa.Pero te preguntarás ¿por qué sucede esto? ¿a qué se debe?Existen varios factores que pueden alterar la conservación de la piel y facilitar las grietas, uno de estos es la mala circulación de la sangre, la presencia de durezas, mano y pies sudorosos, piel seca o deshidratada, excesiva exposición al sol, entre otros...Estas situaciones traen consigo posibles infecciones debidas a gérmenes e inflamaciones con origen en diversos agentes.