Quisiera empezar con un poema que Pablo Neruda le dedicó tras su muerte. El hecho de que un poeta como Neruda le dedica un poema a esta fotógrafa indica la importancia de la misma y el reconocimiento de su obra. Tina Modotti, hermana, no duermes, no, no duermes:
tal vez tu corazón oye crecer la rosa
de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa.
Descansa dulcemente, hermana. La nueva rosa es tuya, la nueva tierra es tuya:
te has puesto un nuevo traje de semilla profunda
y tu suave silencio se llena de raíces.
No dormirás en vano, hermana. Puro es tu dulce nombre, pura es tu frágil vida,
de abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma,
de acero, línea, polen, se construyó tu férrea,
tu delgada estructura.El chacal de la alhaja de tu cuerpo dormido
aún asoma la pluma y el alma ensangrentadas
como si tu pudieras, hermana, levantarte,
sonriendo sobre el lodo. A mi patria te llevo para que no te toquen,
a mi patria de nieve para que tu pureza
no llegue al asesino, ni al chacal, ni al vendido:
allí estarás tranquila.¿Oyes un paso, un paso lleno de pasos, algo
grande desde la estepa, desde el Don, desde el frío?
¿Oyes un paso de soldado firme en la nieve?
Hermana, son tus pasos.Ya pasarán un día por tu pequeña tumba,
antes de que las rosas de ayer se desbaraten;
ya pasarán a ver los de un día, mañana,
donde está ardiendo tu silencio. Un mundo marcha al mundo donde tú ibas, hermana.
Avanzan cada día los cantos de tu boca
en la boca del pueblo glorioso que tú amabas.
Tu corazón valiente. En las viejas cocinas de tu patria, en las rutas
polvorientas, algo se dice y pasa,
algo vuelve a la llama de tu adorado pueblo,
algo despierta y canta. Son los tuyos, hermana: los que hoy dicen tu nombre,
los que de todas parte del agua, de la tierra,
con tu nombre otros nombres callamos y decimos.
Porque el fuego no muere. Tina Modotti nació en Udine, Italia, en el seno de una familia humilde. Su padre era mecánico y su madre ama de casa. A los trece años se trasladó a San Francisco con su familia y allí empezó a trabajar como costurera en la casa de modas I. Magin donde la contrataron como modelo por su atractiva belleza. Se casó con Robo, quien la introdujo en el mundo artístico. Actuó en dos películas de Hollywood: The Tigeris Coat y I Can Explain. En 1921 conoció a Edward Weston, quien la inició en la técnica de la fotografía, a quien Tina Modotti admiró profundamente a lo largo de toda su vida, y para quien también posó. Tras la muerte de su marido, Tina se traslada a México con Weston donde empieza a fotografiar. La situación política, social y económica del país había cambiado, pues había acabado la dictadura de Porfirio Díaz y el nuevo presidente Álvaro Obregón proponía una reforma social. Esto trajo consigo un espíritu de defensa de lo mexicano, lo que se reflejó en el arte, sobre todo en los murales. Tina empezó a reflejar con sus fotografías la vida cotidiana de los indios, y entra dentro de la época conocida como renacimiento mexicano. Algunas de las fotografías de esta época se convirtieron en símbolos de la revolución mexicana.Fotografió las obras de Orozco y Rivera, lo que la llevó a adentrarse en el mundo del comunismo y a distanciarse de Weston, quien volvió a Estados Unidos. En este periodo su fotografía sirvió también a la causa comunista. Durante cierto tiempo, Tina se unió con su trabajo al grupo de vanguardia mexicano Estridentista que “reivindicaba la modernidad urbana del país inspirándose en el Futurismo italiano, aunque disintiendo de él políticamente”. En 1927 se afilió al partido Comunista Mexicano y trabajó como editora, colaboradora y fotógrafa hasta 1940 de la revista Folklor Mexicano. En este momento realiza también su conocida fotografía del sombrero típico mexicano con la hoz y el martillo, publicada en la portada de la revista New Masses. Fue acusada del asesinato de Julio Antonio Mella, lo cual no era cierto, pues lo mataron delante de ella. Mella era un exiliado cubano. No la encarcelaron, pero estas acusaciones perjudicaron considerablemente su carrera profesional. Muchos intelectuales de la época defendieron a Tina de las acusaciones, y entre ellos Pablo Neruda. Por este motivo Neruda le dedicó el poema tras su muerte ante los que la acusaban del asesinato de Mella. Después de este suceso Tina se dedicó a retratar a las mujeres de Tehuantepec mostrando escenas de la vida cotidiana. En estas fotografías aparecen las mujeres con sus hijos en brazos o llevando cargas en la cabeza o sobre los hombros. Por su vinculación con el Partido Comunista fue detenida. Se marchó a Berlín donde publica sus fotografías en Der Arbeiter – Fotograf y a Moscú donde trabajó para la Cruz Roja entre 1931 y 1934. En estos dos países vio que no fotografía no encajaba con el arte occidental del momento y decidió abandonarla técnica fotográfica para dedicarse a la política. Ayudó a familias de prisioneros políticos detenidos en países con gobiernos fascistas. Viajó a España donde se unió a las Brigadas Internacionales y trabajó como reportera del diario republicano Ayuda[3]. Tras el triunfo de Franco viajó de nuevo a México donde murió en 1942 cuando parecía que se había decidido a retomar su actividad fotográfica. De la obra de Tina Morotti quedan aproximadamente 250 fotografías. Para los fotógrafos Lola y Manuel Álvarez Bravo es la primera fotógrafa mexicana. Sin embargo, para otros esta consideración es excesiva. Tina era muy humilde con respecto a su trabajo. Se exigía muchísimo y trabajaba con una gran disciplina “hasta caer exhausta”. En una de las cartas que enviaba a Weston cuando estaba en Estados Unidos le dijo que admiraba sus fotografías pero que a ella le faltaba disciplina y capacidad de ejecución a la hora de hacer sus fotografías. En cambio, decía que creatividad no le faltaba. Llegó incluso a decir que las mujeres eran inferiores y les faltaba poder de concentración para centrarse en una sola cosa. La obra de Tina destaca por sus valores plásticos, los perfiles definidos, los contrastes de luz y por la perfección de la técnica y de la composición. Se pueden distinguir dos tipos de fotografías. Unas en las que prevalecen los valores plásticos: arquitecturas, flores, etc. Y otras que son las fotografías de tesis en las que sacrifica estos valores plásticos para demostrar algo, un pensamiento, una ideología, etc. Las primeras son las más personales, nos hablan del arte de la fotógrafa. En cambio, las de tesis son excelentes ilustraciones de una doctrina. Quiero destacar tres fotografías de Tina donde podemos ver claramente una pequeña representación de los diferentes periodos de su producción: Vasos, 1925; Mujer con olla, 1926; y Sombrero mexicano con hoz y martillo, 1927. La primera de las fotografías pertenece al tipo de trabajos más personales de Tina, en los que se ve el verdadero interés que ella tenía en la fotografía, que era lo que quería captar. En la fotografía Vasos aparecen una serie de vasos de cristal muy pegados. Mujer con olla de 1926, muestra a una mujer cargando una gran vasija de cerámica a los hombros. Durante cierto tiempo Tina se centró en retratar la vida cotidiana de estas mujeres. Y en Sombrero con hoz y martillo (1927) se ve claramente la fotografía de Tina al servicio del comunismo, formando parte de una ideología. En las tres destaca el acercamiento en la toma, es decir se acerca muchísimo a lo que va a fotografiar, dando siempre primeros planos. Se preocupa por captar la forma, el encuadre, los juegos de luces, los contrastes de luz y sombra, la composición. Estos aspectos caracterizaron las fotografías de Tina Modotti, sobre todo las de su primera etapa, en las que fotografía muy de cerca tendidos eléctricos, flores, cañas de azúcar, puertas, etc.