A todo bloguero le llega su cumpleblog y si no es porque mi querida socia me avisa, yo seguiría convencida de que “El blog de Dolega” había nacido el día 12, pero no, como muy bien reza el primer post, fue un día como hoy de hace un año.
Esta casa empezó siendo una cosa y se ha convertido en lo que le ha dado la gana, como debe ser.
La mayoría de las veces el humor lo impregna todo y alguien podría pensar que somos el paradigma de la felicidad, nada más lejos de la realidad.
Somos personas normales y corrientes que sufrimos, discutimos, nos peleamos enconadamente y de igual manera nos reconciliamos, lloramos y muchas veces sentimos en nuestros corazones, que la cosa se pone muy cuesta arriba. Tenemos millones de defectos y toda una colección de manías y rarezas.
Podría haber decidido que el blog tuviera otros intereses quizás más serios ó más especializados, pero decidí intentar que la mayoría de las veces, todo el que se pasara por aquí esbozara una sonrisa y si podía ser, una buena carcajada. Lo decidí así porque el humor, el buen humor, me ha salvado muchas veces en mi vida.
He pasado por momentos realmente malos, como todo el mundo, pero siempre le di una oportunidad a la sonrisa.
He pasado por momentos medicamente muy duros, pero siempre le dejé un sitio en mi corazón a una buena carcajada.
Tengo muchas arrugas en la cara, muchas más de las que le corresponden a mis años y es por dos motivos: Odio sentir la piel pringosa, por lo que las cremas no son mis mejores amigas y he reído mucho en mi vida. De lo primero no me siento orgullosa, pero de lo segundo, infinitamente.
Sonreír siempre me ha reconfortado el alma, así que decidí que quizás, solo quizás a otras personas les pudiera suceder lo mismo y que si yo podía contribuir a que así fuera, me sentiría una privilegiada.
Casi todo el mundo pone estadísticas de su sitio, contadores y demás artilugios. No es que yo sea más modesta que el resto, es que simplemente no sabía cómo hacerlo en mi página cuando monté el blog y ya después me dio pereza.
Hace un rato, después de un año me he puesto a indagar en mi cuadro de mandos de mi hosting a ver si lograba dilucidar las visitas y por fin he encontrado un sitio de estadísticas. Cuando he visto la cifra he pensado: Bueno Dolega, no está mal pero tampoco es para tirar cohetes… Pero me he quedado mirando bien la cifra y me he dado cuenta de que no había visto bien el número y me he asombrado de repente. He seguido viendo los números y puedo decir que cada vez me he sentido más orgullosa de toda la gente que pasa por aquí, de todos y cada uno de los más de 1500 lectores diarios.
He sentido una enorme responsabilidad y una infinita alegría por la cantidad de gente que me acompaña, que sonríe conmigo, que se preocupa si falto, que opina igual que yo y totalmente distinto a mí, que se ha convertido en parte de mi vida simplemente por estar ahí, siendo como quieran ser, con la imagen que quieran dar, sin dar ninguna imagen ó en silencio y he imaginado aquellas sonrisas y risas y carcajadas que he podido provocar en algunos de vosotros y realmente me he sentido la mujer más feliz del mundo.
Siempre he pensado que uno de los mayores honores que existen, es hacer sonreír a alguien y yo hoy siento que, a lo mejor, he conseguido aunque sea en un solo momento a alguien, reconfortarle el alma.
Todos vosotros le dais forma a esta casa, que empezó siendo una cosa y se ha convertido en lo que le ha dado la gana, como debe ser.
Y ya basta de ñoñeces. Os debo la tarta con la zanahoria encendida, pero es que lo tenía preparado para el día 12 y claro, hoy es 10…
Mañana prometo postear el cántico del Cumpleblog.
Besazo
Dolega