Tipos de depresión y sus características

Por Gabriel Giner @esaludcom

En tiempos antiguos, tanto a la depresión como a otras enfermedades psiquiátricas eran asociadas a un ente maligno, producto de posesiones demoníacas y demás. Hoy en día, gracias al avance de la ciencia en general, sabemos que esto no es así en lo absoluto, sino que se encuentran involucrados todo tipo de procesos metabólicos y hormonales que pueden alterar el estado de ánimo de una persona.

Es así como la medicina actual ha logrado que las personas con depresión no solo hayan dejado de ser juzgadas, sino que, además, puedan tener una vida perfectamente normal. Si alguna vez has padecido de depresión o conoces a alguien que haya pasado por esa situación, esta información es para ti. Estos son los tipos de depresión que debes conocer y sus características.

¿Qué es la depresión?

La depresión es considerada como un trastorno mental que se caracteriza, clásicamente, como un bajón del estado de ánimo, donde predominan los sentimientos de tristeza, asociados también a alteraciones en el comportamiento, el grado de actividad y del contenido del pensamiento.

Aunque poco se habla de ello, se encuentra entre las patologías más frecuentes en el área de la Atención Primaria. Además, se sabe que es considerada como la primera causa de atención psiquiátrica y de discapacidad en el ámbito laboral.

Se da con mayor frecuencia en mujeres y en personas menores de 45 años, donde se ha evidenciado que, en la actualidad, cada vez está siendo más afectada la población correspondiente a los adultos jóvenes. En este grupo suelen figurar personas de menos de 30 años de edad. 

Se sabe que la depresión puede transmitirse de padres a hijos, aunque esto tiene que ver con la predisposición genética y los comportamientos aprendidos en el hogar. Por otro lado, la depresión también puede ser desencadenada por un hecho traumático o entristecedor

Entre los principales factores de riesgos que se asocian a la depresión, están:

  • Alcoholismo.
  • Consumo de drogas.
  • Enfermedades como cáncer o dolor crónico.
  • Experiencias traumáticas como la pérdida de algún ser querido, divorcios, el desempleo, una economía deficiente, entre otras.
  • Aislamiento social.

Trastorno depresivo mayor

Se trata del tipo de depresión más conocido y el que más frecuentemente es diagnosticado. En este tipo, la persona experimenta síntomas graves que pueden durar entre 2 semanas y varios meses. Esto puede producirse debido a la aparición de un caso de depresión prolongado o de varias crisis recurrentes a lo largo del tiempo.

La principal señal que nos indica un trastorno depresivo, tiene que ver con un cambio en el estado de ánimo. En estos casos, la persona se sentirá triste y/o irritable durante casi todo el día. Además, empezará a perder el interés por aquellas cosas que usualmente suele disfrutar.

Entre los síntomas del trastorno depresivo mayor, tenemos:

  • Sentimiento de desesperación.
  • Falta de energía o cansancio injustificado.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Bajo rendimiento en el trabajo o las clases.
  • Baja autoestima.
  • Comer muy poco o en exceso.
  • Ganar o perder mucho peso en un corto lapso de tiempo.
  • Dificultad para conciliar el sueño.
  • Ideas suicidas y/o intentos de suicidio.

Trastorno depresivo persistente o distimia

Consiste en un tipo de depresión menos grave, donde la persona puede llegar a experimentar síntomas similares al trastorno depresivo mayor, pero de forma considerablemente más leve.

A diferencia del trastorno depresivo mayor, en lugar de producirse episodios de varias semanas o meses, los síntomas pueden extenderse por un año o incluso más, de allí que se le denomine como persistente.

A menudo, se le puede confundir como un simple cambio en la manera de ser de la persona. Es así como se podría cursar enmascarada esta depresión debido a la sutileza de los síntomas. Usualmente, son psicoterapia y el empleo de algunos fármacos, puede tratarse fácilmente a las personas que padezcan un trastorno depresivo persistente.

Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo (TDDEA)

Se trata de un diagnóstico relativamente reciente, el cual está enfocado especialmente en aquellos niños que reaccionan con rabietas explosivas no acordes al contexto del momento

Entre cada rabieta, se mantienen irritables casi todo el día. Su carácter explota con extrema facilidad y poseen una tolerancia muy baja ante el fracaso.

Sucede que, en los niños, la depresión se puede parecer mucho más a la ira que a la tristeza clásica de la depresión que conocemos en los adultos.

Por lo general, los síntomas de este tipo de depresión suelen manifestarse antes de los 10 años. Antes de los seis años este diagnóstico es incompatible porque se considera que las rabietas son relativamente típicas en los niños pequeños. 

Para hacer el diagnóstico definitivo, el niño en cuestión debe presentar aproximadamente 3 o más rabietas por semana independientemente del contexto. 

Trastorno disfórico premenstrual (TDPM)

Aunque no se le parezca mucho a la clásica depresión que todos conocemos, el trastorno disfórico premenstrual conlleva diversas alteraciones a nivel metabólico y hormonal que se le asemejan

Se trata de un trastorno que afecta a una considerable cantidad de mujeres y adolescentes en la semana anterior a su menstruación, momento justo donde ciertas hormonas aumentan considerablemente. 

Los síntomas pueden confundirse fácilmente con los del síndrome premenstrual, con la diferencia que los síntomas del TDPM son tan graves que afectan seriamente en la vida cotidiana de la persona. A diferencia del SPM que puede causar ciertas preocupaciones, el TDPM puede causar sentimientos cercanos a un episodio depresivo mayor.

De modo general, los síntomas del TDPM pueden estar representados por un decaimiento, ansiedad y enojo injustificado. 

La dificultad para concentrarse y el llanto espontáneo también puede formar parte del día a día en estos casos.

Entre los síntomas físicos, predominan los cólicos, los dolores de cabeza, los dolores corporales y la sensibilidad en las mamas.

Los síntomas empiezan a verse entre 5 y 8 días antes de la menstruación, aunque pueden empezar antes, y desaparecen ya una vez iniciado el periodo.

Trastorno afectivo estacional (TAE)

Consiste en un tipo de depresión que aparece y desaparece junto con los cambios de estación, teniendo un mayor predominio en las épocas de invierno. 

Se evidencian síntomas muy parecidos al trastorno depresivo mayor, con la única diferencia de que se produce durante determinadas estaciones del año.

La razón por la que las personas que experimentan el trastorno afectivo estacional lo hacen en épocas de otoño e invierno se debe, posiblemente, a la disminución de la luz solar durante estas temporadas. Mencionan los expertos que la falta de luz solar afecta a ciertos neurotransmisores, los cuales a su vez afectan al estado de ánimo general de la persona y los niveles de energía.

¿Cómo se tratan los diferentes tipos de depresión?

Para que el tratamiento contra la depresión sea efectivo, hay que fijarse muy bien en las características específicas del subtipo de depresión y en el contexto de la persona. Sin embargo, a groso modo, cualquier tipo de depresión puede tratarse a base de psicoterapia y farmacoterapia.

La psicoterapia cumplirá la función de ofrecer seguridad, confianza, comprensión y apoyo emocional. Aquí, el psicoterapeuta intentará corregir los pensamientos distorsionados y desdramatizar la situación, para así enseñarle a la persona a prever las posibles recaídas.

Por otro lado, el tratamiento farmacológico se constituye a base de antidepresivos, ansiolíticos y otros medicamentos como hormonas tiroideas, carbonato de litio o psicoestimulantes.

En última instancia, tenemos el tratamiento electroconvulsivo, el cual se realiza en puntuales circunstancias como en los casos de depresión mayor grave del adulto o depresión resistente.