Tipos de emociones

Por Gabriel Giner @esaludcom

La inteligencia emocional es una fase esencial para el ser humano, sobre todo porque caracteriza el comportamiento de las personas al hablar, comportarse y por supuesto, en la forma de sentir. No es un tema fácil de abordar, pero a continuación te diremos todo lo que necesitas saber sobre los tipos de emociones.

Recuerda que las emociones van de la mano con la conducta, los pensamientos, la manera en cómo nos sentimos, el bienestar y hasta la salud emocional. Así que para crecer desde el punto de vista personal, es importante conocer un poco más sobre las emociones, cómo podemos trabajarlas e identificarlas.

Las emociones: ¿Qué son?

No son más que aquellas alteraciones de los estados de ánimos, las cuales pueden ser muy intensas, efímeras y hasta agradables; causando en la mayoría de los casos algunas reacciones físicas. De manera más concreta, se tratan de experiencias que la persona expone de manera consciente o inconsciente, donde la mente mantiene una actividad intensa, experimentando placer o desagrado.

Son muchas las teorías que se plantean sobre las emociones; sin embargo, la que mayor fuerza toma es aquella que afirma la aparición de los tipos de emociones como parte del sistema límbico; aquel espacio donde se acumulan las neuronas que regulan las respuestas fisiológicas ante los estímulos. Es por ello que de allí sobresalen 3 elementos claves:

  • Fisiológicos

Es una reacción física que se presenta cuando el organismo recibe estímulos de manera involuntaria. Como por ejemplo: cuando se acelera la respiración, cambios hormonales o sudoración.

  • Cognitivos

Acá se procesan las emociones que son generadas conscientes o inconscientes, como si se tratase de una evaluación de los propios estímulos; lo que provoca la influencia de las experiencias subjetivas de la persona.

  • Conductuales

Se procesa un cambio en el comportamiento, el cual se expresa a partir de esa modificación de conducta; como los gestos del rostro, posturas del cuerpo, manos, entre otros aspectos.

Claro, no olvides que las emociones son algo completamente diferente a los sentimientos, por lo que no debería confundirse, aunque se relacionen un poco. De por sí, los sentimientos siempre aparecen después que se presentan las emociones y perduran en el tiempo.

¿Cuáles son los tipos de emociones?

En total existen 6 tipos de emociones, las cuales se clasifican según los estímulos o reacciones. Pero a continuación te daremos todos los detalles de una manera clara y sencilla para que puedas identificarlas.

Emociones básicas o primarias

Son aquellas emociones innatas que se presentan a través de la respuesta de un estímulo, las cuales pueden ser completamente comunes para los seres humanos, como lo son: tristeza, miedo, felicidad, sorpresa, ira y asco.

  • Tristeza

Se trata de una emoción que suele desagradar, donde se realiza una valoración sobre algo que sucedió, ya sea a través del fracaso o la pérdida de algo que es de gran importancia para la persona. En algunos casos puede tratarse de algo real que sea temporal o permanente.

Lo interesante de la tristeza es que, aunque no se padezca de manera directa, sí se puede sentir emoción cuando otra persona está atravesando por una pérdida o fracaso. Además, puede mantenerse en la mente frente a los recuerdos del pasado o con una visión hacia el futuro. Una de sus funciones básicas es que indaguemos en nosotros mismos para conocernos mejor ante ciertas situaciones. Tiene la capacidad de provocar la introspección y el autoconocimiento.

  • Alegría o felicidad

Es una emoción altamente agradable que se desarrolla desde el nacimiento, la cual va tomando potencia con el pasar de los años para convertirse en una fuente de inspiración y motivación. Es una emoción esencial para fomentar los lazos afectivos entre los padres e hijos durante los primeros años de vida, así como para la supervivencia social.

Ejemplo: cuando hacemos algo que nos agrada y nos hace sentir bien. Aparece esta emoción ante lo que nos satisface y genera placer.

  • Miedo

Se presenta en el organismo humano cuando se experimentan episodios de peligro, ya sea frente a una amenaza física o mental; causando así reacciones en el cuerpo humano que lo motiva a enfrentarse o huir del peligro que se le avecina. Claro, no todas las personas viven el miedo desde una misma perspectiva, cada acción dependerá de la persona y lo que se considera un peligro. Su principal función es la de alejarnos de todo aquello que amenace nuestra supervivencia.

Ejemplo: el miedo hacia los animales salvajes y peligrosos es bastante común, ya que estas especies pueden suponer una amenaza directa para nuestra supervivencia, y este miedo nos invita a alejarnos y evitarlos.

  • Sorpresa

Es una emoción neutra que no sopesa una connotación negativa ni positiva; pues es una experiencia basada en algo completamente inesperado. Lo que quiere decir que, los estímulos se presentan de manera imprevista, por lo que el organismo busca explicarse el motivo de esa reacción inesperada para dejar claro si se trata de una amenaza o todo lo contrario.

Ejemplo: si sucede algo inesperado, que no habíamos previsto. Ante un regalo de alguien que no habíamos imaginado, o ver a alguien por la calle que conocemos y hace mucho tiempo que no vemos.

  • Asco

Una emoción que se presenta cuando algo genera repugnancia, lo que invita al organismo a rechazar o evitar de plano el estímulo que ha provocado tal emoción. No es más que una especie de mecanismo de defensa para proteger al cuerpo, por lo que es normal que muchas veces se presenten náuseas o vómitos como respuesta.

Ejemplo: una sustancia viscosa que pueda representar un peligro para nuestro organismo, nos genera asco para que no la probemos y no nos expongamos a lo que desconocemos. Aparece esta emoción protegiéndonos de aquello que puede ser peligroso ingerir o tocar.

  • Ira

Se presenta como un método de protección cuando la persona se ha sentido ofendida o maltratada por otro, generando un estado anímico de frustración, rabia y hasta indignación.

Ejemplo: si alguien nos humilla o hace algo que nos disgusta puede aparecer la ira como señal de que tenemos un problema ante ese tipo de conducta. Manejar nuestra ira es importante para controlar nuestros impulsos más violentos. Nos permite conocer aquello que nos disgusta y que supone una amenaza para nosotros.

Emociones secundarias

Las emociones secundarias son aquellas que se presentan luego de las emociones básicas, ya que se generan desde las normas morales y sociales que han sido aprendidas. Lo que quiere decir que, luego de experimentar miedo ante algún estímulo, luego puede aparecer una emoción secundaria como es la amenaza.Algunas de estas emociones secundarias son la vergüenza, la timidez, la envidia, etc.

Emociones agradables

Son todas aquellas emociones que impactan única y exclusivamente de manera positiva en el organismo de la persona, pero también en su comportamiento. Por ello, también se le conocen como emociones saludables, ya que tanto el pensar como el actuar se mejora ampliamente cuando se experimenta alegría y luego emoción. Son las que más nos agradan, pero no son las únicas que debemos esperar, ya que todas tienen una función importante.

Emociones desagradables

A diferencia del punto anterior, las emociones negativas afectan en gran manera todo el organismo, afectando la salud física y el comportamiento convencional del ser humano. A ellas también se les conoce como emociones tóxicas, por lo que muchas veces al experimentarlas solo se desea evitarlas de lleno. Pero, aunque sean desagradables, emociones como la tristeza o el miedo son indispensables para concretar un correcto crecimiento y aprendizaje ante el análisis de las consecuencias.

Emociones ambiguas

Esto aplica en el caso de la sorpresa, por tratarse de una emoción neutral que no hace sentir a la persona ni mal ni bien. Depende del contexto que nos agrade o no.

Emociones sociales

Son emociones que se experimentan únicamente ante la presencia de otra persona; y que generalmente se tratan de aspectos culturales aprendidos. Un ejemplo para ello es la admiración, vergüenza, gratitud o la venganza, que son emociones que aparecen por alguien más. Las emociones sociales se disparan necesariamente ante este tipo de situaciones en las que no estamos solos. Surgen también ante las expectativas y creencias que creemos que tienen los demás acerca de nosotros.

Tipos de emociones según la ciencia

Sin embargo, a partir de algunos resultados científicos se han tomado en cuenta otras emociones luego del análisis de varias respuestas emocionales en hombres y mujeres. A partir de allí, se encontraron 26 emociones humanas, sumando algunas existentes y otras completamente nuevas, las cuales conocerás a continuación:

  • Admiración: se trata del entusiasmo o fascinación, la cual puede llegarse a sentir por otra persona o tras alguna experiencia de vida.
  • Interés: es aquella atención o enfoque que se coloca en algo que resulta beneficioso, de provecho o es de gran valor; también puede generar una impresión de curiosidad.
  • Apreciación estética: es una emoción que se relación directamente con la industria artística, ya que se genera desde el placer de la contemplación del arte o sus ramificaciones.
  • Diversión: una emoción vinculada con el esparcimiento o entretenimiento a través de alguna actividad, lo que estimula también a la alegría por disfrutar de algo en un momento determinado.
  • Ansiedad: es un estado de agitación o inquietud que primeramente se procesa en el ámbito mental, por lo que puede desembocar temor o angustia.
  • Miedo: se trata de una emoción que aflora un sentido de alerta ante algún peligro que funja como amenaza, ya sea imaginario o real.
  • Aburrimiento: es una especie de decaimiento ante alguna situación o estímulo, donde se experimenta un fastidio que causa molestia o cansancio.
  • Calma: no es más que una estado de paz y tranquilidad a través de la emoción.
  • Confusión: se trata de un desorden mental donde no se puede observar el panorama con una completa claridad, por lo que se relaciona con desconcierto, desasosiego y perplejidad.
  • Disgusto: es la emoción que expresa la vivencia de algo completamente desagradable, generando fastidio y dando como resultado otra emoción como el aburrimiento o el enfado.
  • Dolor empático: es experiencia que se presenta en el organismo cuando se ve a otra persona atravesando por un mal momento, por lo que la empatía permite evaluar la situación como si se estuviese viviendo en carne propia.
  • Éxtasis: se trata de un estado mental que va de la mano con una inmensa emoción de admiración, alegría o diversión, por lo que la persona puede evidenciar placer.
  • Envidia: es la emoción que se presenta como disgusta ante las posesiones ajenas, causando muchas veces tristeza o rabia.
  • Ansia: es el deseo intenso o necesidad ilimitada de lograr algo, lo que muchas veces representa la necesidad de satisfacer una voluntad esencial, como en el caso de comer o ir al baño.
  • Horror: se trata de emoción mucho más fuerte que el miedo, ya que es una sensación que provoca gran odio y repulsión hacia algo intangible o tangible, incluso puede presentarse hacia otra persona.
  • Adoración: es la referencia de un amor profundo, lo que también se adjudica a una actitud espiritual con algo o alguien.
  • Alegría: se trata de una emoción que aporta gran placer, lo que se manifiesta ampliamente y de manera visible, sin importar el motivo que la genere.
  • Nostalgia: se trata de esa tristeza o pena que se genera ante la ausencia de alguien o algo muy preciado, así como lo que llega tras el recuerdo.
  • Amor: es una emoción que se vincula con una variedad de sentimientos hacia otra persona o también a algo, aunque también puede expresarse a ideas filosóficas.
  • Tristeza: cuando se presenta esta emoción la persona queda afligida y melancólica, pero dependerá del grado de la tristeza para que la persona pueda sentir un gran dolor, que en la mayoría de los casos no es físico.
  • Satisfacción: no es más que esa emoción que da gusto y placer, mayormente relacionada ante el cumplimiento de lograr un deseo, necesidad o realizar algo que apasiona, por lo que se define como una emoción positiva.
  • Simpatía: es la emoción que se inclina por la parte afectiva hacia un persona y suele visualizarse en los vínculos amistosos, por lo que siempre se presenta de manera espontánea y recíproca entre dos personas.
  • Triunfo: se trata de aquella experiencia emotiva donde la persona se siente vencedora o victoriosa sobre algo, ya que han logrado aspiraciones que permiten disfrutar del éxito.
  • Vergüenza: se presenta como emoción cuando una persona ha sido humillada o ha realizado una acción de la misma índole, manifestándose ante algún error cometido en público.
  • Asombro: se expresa ante la sorpresa de algo completamente inesperado, causando que la emoción se pueda dividir entre admiración o extrañeza.
  • Enfado: es la emoción que atribuye una sensación de disgusto o molestia hacia otra persona, pero también puede experimentarlo la misma persona, con la posibilidad de que se transforme en ira.

Como habrás podio ver, las emociones no son cualquier cosa y requieren de atención para no causar daños al bienestar del cuerpo humano, ya que al no ser bien gestionadas y comprendidas pueden generar desequilibrios en el comportamiento, y actitudes dispersas en el pensamiento de las personas.

Fisiología de las emociones

Dependiendo del tipo de emoción que experimentemos tendrá unas consecuencia fisiológicas en nuestro organismo. Se desencadenan una serie cambios en relación a la emoción que estamos viviendo. Por ejemplo, el miedo hará que nuestro sistema autónomo simpático se active y comencemos con la sudoración y se acelere el ritmo cardíaco. Nos prepara o bien para quedarnos paralizados o para huir. Una emoción como la alegría nos genera una serie de hormonas como las endorfinas y serotonina, que nos hacen sentir mejor, nos relajan y nos preparan para disfrutar del momento que estamos viviendo.

Son un mecanismo básico para nuestra supervivencia, ante una emoción donde existe una amenaza se activará el sistema nervioso autónomo simpático para alertarnos, mientras que ante una emoción que no supone más agradable que no sirve como alerta de amenaza se activa el sistema nervioso autónomo simpático, para mantenernos en un estado más relajado y calmado.

La emoción no es un sentimiento

Tampoco olvides que las emociones son completamente diferentes a los sentimientos, puesto que las emociones aparecen más rápidamente , son más intensas y se mantienen durante menos tiempo, y pueden variar según las alteraciones que reciba el organismo. Mientras que los sentimientos tardan más en aparecer, son reacciones menos intensas y se mantienen durante más tiempo.

Así que si ya tomaste nota de los estímulos que pueden afectar tu buen desenvolvimiento, recuerda siempre mantener el control, pero sin la necesidad de cohibirte del sentir honesto y real de ellas, ya que las emociones son un proceso natural para el ser humano desde que nacemos.

A pesar de que haya emociones que te puedan resultar más desagradables que otras, es necesario atender al sentido que tienen y a lo que te están intentando decir cada una de ellas. Puesto que tienen su función biológica, reprimir alguna de ellas es como desatender a un mensaje de alerta, acerca de algo que tenemos que modificar o atender necesariamente. Cada tipo de emoción tiene una capacidad diferente para que nos conozcamos mejor ante las diversas situaciones que experimentamos.