Museo. El producto se concibe como una obra de arte, que debe estar situada en un sitio preferente y bien iluminada para que sea admirada. Es frecuente en las marcas de lujo, como el escaparate Salvador Dalí para Loewe.
Arte. El diseño del escaparate es una obra de arte firmada por el autor, o bien se muestran en él obras de arte de diferentes artistas. Un escaparate puede ser vanguardista, seductor y exclusivo. Un buen ejemplo son las vidrieras que Andy Warhol compuso para Tiffany o Takashi Murakami para Vuitton.
Teatro. El actor principal es el objeto, y los valores de la marca son el argumento. La iluminación, el atrezo y los elementos simbólicos son fundamentales. Un ejemplo de este tipo de escaparate "Si no estudias, serás un burro" de Viçon que utiliza una historia de colegiales para vender mobiliario.
Minimalista. El producto se integra en una decoración fría y limpia, es el absoluto protagonista, con contraste de colores y arquitectura sin adornos. "Loock " urbano, actual y juvenil. Los escaparates de Zara son un buen ejemplo.
Tienda. La vidriera es el interior de la tienda. Camper suele utilizar los asientos de sus escaparates para que sus clientes se prueben los zapatos.
En movimiento. Se pueden crear efectos dinámicos mediante corrientes de aire, motores, pantallas o incluso utilizando personas como maniquís "vivos".
Corporativo. El objetivo es ser parte de la memoria visual del público. Los escaparates son reconocidos en cualquier lugar del mundo, "tienen un algo que te hace pensar en alguien", como las vidrieras de Custo Barcelona.