Retomando un poco el hilo del anterior post, recordemos que tratamos los diferentes tipos de curtidos de pieles y para qué lo utilizamos, en el presente trataremos los diferentes tipos de pieles para los artículos de piel, aunque no recogemos todas sino las más habituales.
Pieles de bovino
Las que más interesan son las de vacuno por su volumen. En este tipo de pieles hay diferencias entre si el ganado es joven o viejos, siendo los primeros mejores que los segundos; si el ganado ha sido criado en libertad o en establo, siendo los primeros también mejores que los segundos; la piel de las hembras dan un corte y grano finos para confecciones finas y la de los machos jóvenes son de mayor espesor y menos elásticas.
Piel de cabra
Nos ofrece una piel muy fina, de ahí que se utilice para calzado de alto precio, guantes, encuadernaciones… La piel del animal más joven da lugar a un cuero muy fino y de mayor valor.
Piel de equino
Una vez industrializada, este tipo de piel es de menor calidad que las pieles de vacuno por su espesor y volumen. Sin embargo, sigue siendo una de las pieles más utilizadas en la industria curtidora.
Piel de oveja
Curiosamente la piel de mayor calidad de estos animales es justo la de aquellos que su lana no lo sea. Este tipo de piel es utilizada para guantes, zapatos o bolsos.
Piel de cerdo
Este cuero es poroso, fuerte y suave, y, una vez industrializado, adquiere resistencia y durabilidad.
Piel de reptil
Este tipo de piel al carecer de pelo son las escamas las que realizan las funciones de aquel. El problema del curtido de este tipo de pieles es que es muy difícil conseguir un cuero crudo sin marcas, arañazos o heridas, además de ser una piel muy seca por su continua exposición al sol.
Piel de ciervo, gamo, reno y similares
Se utiliza para la gamuzería y en prendas de vestir.
Piel de chinchilla
Se consigue esta piel del animal en cautividad en habitáculos muy limpios evitando el contacto de la piel con el orín y sus posteriores manchas.