Para responder a esta pregunta, no nos andaremos con rodeos, pues la respuesta es muy sencilla y está muy estudiada ha día de hoy: no existe un solo tipo de TOC sino que este trastorno puede manifestarse de múltiples formas y sintomatología, incluso en la misma persona pueden coexistir distintos tipos de obsesiones y compulsiones o experimentar una transición de unos a otros a lo largo del desarrollo del trastorno.
Por tanto existe una gran variedad en el contenido de las obsesiones y las compulsiones. En la entrada de hoy vamos a hablar de los tipos de obsesiones/compulsiones más comunes que nos encontramos en la práctica clínica.
- Lavado/Limpieza: Se estima que su prevalencia gira en torno al 38% superando al resto de modalidades que veremos. Este grupo se caracteriza por obsesiones relacionadas con la contaminación, contagio de enfermedades, virus o bacterias. Las compulsiones más habituales son evitar el contacto con personas u objetos que se consideren contaminados o potencialmente contaminadores así como situaciones que impliquen la posibilidad de contaminación o contagio. También son comunes conductas relacionadas con la protección o prevención del contagio, como pueden ser el uso de guantes, lavado o limpieza repetitiva y estereotipada, uso frecuente e incluso abusivo de productos desinfectantes, etc.
- Comprobación/Verificación: Con una prevalencia algo menor al anterior, del 24% aproximadamente. Supone la inspección o comprobación reiterada y excesiva de cualquier cosa, aunque generalmente suele ser de aparatos domésticos: calentador, gas, grifos, luces, puertas, ventanas, etc. Pero también puede darse esa compulsión relacionada con la realización de tareas (por ejemplo comprobar reiteradamente que se ha contestado correctamente al cuestionario de satisfacción enviado por la compañía telefónica) o puede consistir en preguntar reiteradamente a otros o incluso que ellos realicen las comprobaciones. Las obsesiones en este caso surgen al sobrevalorar la probabilidad de que suceda una catástrofe bien sobre ellos mismos o sobre las personas de su entorno, ya sea física o emocionalmente; de esta manera las conductas compulsivas de comprobación se utilizarían como una forma de aliviar el malestar que les genera ese pensamiento obsesivo y la responsabilidad que ello conlleva.
- Perfeccionismo/Orden/ Simetría: su prevalencia se estima en un 10% de los casos de personas con TOC. En este caso, las obsesiones giran sobre la forma rígida y correcta en la que debería hacerse algo o suceder algo, el orden o los pasos correctos a seguir y la exactitud o perfección con la que deben realizarse. Las implicaciones en cuanto a las compulsiones más habituales suelen ser conductas que les ayuden a restablecer ese orden y simetría ansiados, realizar sus tareas de forma meticulosa o siguiendo una secuencia muy determinada e inflexible, lo que a menudo implica una lentitud muy notable y la dedicación de gran cantidad de tiempo a tareas que habitualmente no lo requieren, interfiriendo y entorpeciendo otras áreas de su vida.
- Moral/ religiosa: en este caso las obsesiones estarán relacionadas con pensamientos y/o imágenes inmorales o “impuras”, de carácter incluso “pecador”. Por tanto el contenido de este tipo de obsesiones, va en contra de los valores morales o religiosos aprendidos o valorados por la persona, de ahí el origen de su malestar. De tal manera que las compulsiones suelen ser estar relacionadas con los intentos de purificación o exculpación, bien en forma de ritual mental como podría ser generar una contraimagen (verse así mismos siendo perdonados o tocados por una luz purificadora, lo opuesto a su obsesión) o mediante la realización de conductas o acciones que cumplan dicha función, como puede ser pedir perdón repetidamente, rezar compulsivamente, confesar la inmoralidad o el pecado que temen haber cometido, o cualquier otro tipo de conductas compensatorias que les ayuden a neutralizar el “mal” que implican sus obsesiones. Esta modalidad tiene un porcentaje menor en cuanto a su prevalencia, en torno a un 6%.
- Sexual: En este caso los pensamientos obsesivos e imágenes intrusivas serán sobre la posibilidad de realizar actos sexuales mal considerados moral o socialmente e indeseados por la persona. Algunas de las obsesiones más comunes son las relacionadas con la homosexualidad con dudas sobre su orientación, mantener relaciones con niños, etc. En cuanto a la parte compulsiva, suelen ser también rituales neutralizadores, pensar en otras cosas o intentos por eliminar los pensamientos intrusivos. Pueden darse compulsiones mentales contrarias a la obsesión, como imaginarse a sí mismo realizando los actos sexuales “esperables” o aceptados social y moralmente por la persona, también pueden intentar llevar a cabo estas imágenes como un intento por contrarrestar de forma más efectiva sus obsesiones. Comprobar continuamente su excitación sexual o la evitación de personas y lugares relacionados con sus pensamientos intrusivos también son manifestaciones comunes. ( Por ejemplo, evitar pasar tiempo con personas del mismo sexo ante la duda obsesiva sobre su orientación sexual.
- Violencia/Impulsos agresivos: Con una prevalencia menor al resto, en torno a un 4%, estas obsesiones giran en torno a la posibilidad hacer daño a otras personas o a sí mismos, cometer algún tipo de crimen, acto violento, agresivo o socialmente inadecuado. (Por ejemplo agredir a la persona que tienen en frente). Las compulsiones suelen ser rituales mentales neutralizadores, los más habituales serían pensar en imágenes o acciones contrarias a la obsesión, pero también pueden ser intentar prestar atención o pensar en otras cosas y realizar conductas positivas hacia esa persona como hacerle algún alago, favor, etc.
Aunque hemos intentado resumir y mencionar los tipos de obsesiones/compulsiones más comunes, existen una gran variedad de manifestaciones. Entender su heterogeneidad puede ayudar a las personas que lo padecen a identificar sus síntomas y por tanto solicitar la ayuda necesaria que les permita aprender a manejar las obsesiones y compulsiones.