Tres, dos o uno. Tú y yo lo sabíamos. Esta lista comienza con Los Borbones, grupo nacido en Oviedo allá por 1985 y que proponen un viaje a las cloacas del rocanrol, y que demuestran que con imaginación, ganas de juerga, basura y mucho morro, cualquiera es capaz de convertirse en una estrella del rock sin necesidad de gastarse un duro. Su líder, Fela Borbone, interpreta en este vídeo una canción al Mierdofón, su penúltima creación:
En cuarto lugar, el belga Max Vandervorst y su sinfonía de objetos abandonados, enn la que diferentes cacharros pierden su identidad para dar vida a una música sorprendente.
En el número 3, Xavi Lozano, el descubrimiento de la temporada gracias al programa “No me la puc treure del cap”, de TV3. Un neo-lutier que va por la calle buscando agujeros por los que soplar (y crear melodías). Una fantástica demostración en el programa de Buenafuente:
En el 2, los magníficos e inconmensurables Cabo San Roque, los catalanes que en 2001 nacieron como grupo de música dedicado a la experimentación más lúdica y evocadora, a partir de instrumentos inventados, surgidos de objetos cotidianos tan diversos como máquinas de coser, lavadoras, scaléxtrics, grapadoras o piezas de mobiliario en desuso. De esta voluntad de experimentación y construcción de máquinas musicales, han salido los espectáculos Torn de Nit, La Caixeta i Música a Màquina, así como la instalación sonora Pas de loup:
Y en primer lugar, el padre de la “música para llevar”, el genio de las melodías de juguete, el tipo al que le das un post-it y te hace música, el referente de la mayoría de los grupos contemporáneos que utilizan instrumentos viejos, rotos, desvencijados, de juguete, extraños o caseros, el artista musical de lo reciclado: el gran Pascal Comelade:
o: Sprinkle brigade o Muvidiso o Mis bambas