La obra completa editada de Sigmar Polke, uno de los más influyentes artistas contemporáneos, se exhibe hasta finales de agosto en me Collectors Room en Berlín. Allí se reúnen más de 200 obras de la colección Kunstraum am Limes.
Satirizó las formas comerciales de representación de la publicidad y los medios de comunicación de masas y criticó la tendencia consumista de la posguerra, así como el ingenuo optimismo acerca del progreso. El realismo capitalista está considerado como la versión europea del Pop Art procedente de Estados Unidos.
En sus obras de principios de la década de 1960, adoptó motivos sumamente banales del mundo comercial cotidiano y de la vida de la pequeña burguesía y colocó, por ejemplo, calcetines, palanganas de plástico, tabletas de chocolate, flamencos, palmeras o parejas de amantes en el punto central de sus cuadros.
Como soporte, a menudo utilizó telas y manteles corrientes y baratos. A partir de 1963 pintó los cuadros con una trama de puntos de gran tamaño inspirada en la serigrafía. En ocasiones también utilizó sustancias que se transforman con el paso del tiempo o que varían de color dependiendo de la humedad ambiental. Falleció en 2010 dejando una obra que lo ubica como uno de los artistas faro de su generación.