Todas Contracorriente: por una cultura de paz

Por Isa @ISA_Universidad

Maylin Alonso • La Habana

El proyecto Todas Contracorriente, liderado por la cantante Rochy Ameneiros, celebró su primer aniversario este 8 de marzo con un amplio trabajo de prevención contra la violencia de género, sustentado por los estudios teóricos del Dr. Julio César González Pagés, profesor de la Universidad de La Habana y Coordinador de la Red Iberoamericana de Masculinidades, quien nos comenta sobre los aportes académicos que tributa este proyecto, mezcla de arte y conocimiento y las acciones concretas que han llevado esta iniciativa a todo el país.

 ¿Cuál ha sido el saldo del Proyecto Todas Contracorriente en este primer año?

El saldo ha sido muy positivo, sobre todo porque nos ha permitido incluir temas como violencia, feminismo y equidad en un solo proyecto, que tiene a la música como protagonista y sabemos el impacto que tiene especialmente en los más jóvenes. En este año hemos podido recorrer todo el país como parte de una gira y de un proyecto que comenzó siendo mínimo, entre un grupo de amigos y artistas, hoy se ha convertido en una iniciativa nacional, donde se han podido sumar otros creadores. Arribamos a este primer aniversario y cumplimos una mayoría de edad, que nos va a permitir proyectarnos hacia otros espacios de la sociedad cubana y también de otros países de nuestro continente, porque este es un proyecto que llegó para quedarse.

La música es protagonista de Todas Contracorriente. ¿Prevén ustedes  incluir otras artes al proyecto?

Hemos tenido la experiencia, por ejemplo, de tener realizadoras de audiovisuales, también escritoras, artistas plásticas. En Villa Clara inauguramos un performance con la violencia como tema fundamental, donde muchas de las artistas plásticas con sus cuerpos hicieron parte de lo que se refleja en los medios de comunicación referido a este tema, por tanto, estamos muy optimistas, porque

pensamos que uno de los ejes principales, la cultura en sentido general, va a poder tener en el proyecto un aliado fundamental a la hora de desarrollar políticas culturales para el país.

El pensamiento académico también acompaña este proyecto con la participación de varios especialistas en temas de género. ¿De qué manera esta gira nacional sirvió también para iniciar nuevas líneas de investigación en este campo?

La gira en sí misma nos trajo muchos otros proyectos. Pensamos dar talleres, pero uno nunca puede medir el alcance, y en cada encuentro en las provincias del país surgieron elementos para poder desarrollar una investigación, que ya tiene cuerpo y se llama Sexo, música y deportes, cosa de hombres.

En el caso de la música, pudimos ver cómo muchos de los estereotipos que investigamos de forma académica tienen vigencia en las mismas escuelas que forman a los instructores de cultura y creo que es importante, porque podemos darles elementos para revertir el proceso, porque no basta con tener las escuelas, pienso que hay una ideología, que es la de la equidad, que nos permite, desde los estudios de género legitimados en la academia, llevarlos a su principal función que es la sociedad y la gira nos permitió eso, saber que lo que  nosotros estudiamos puede también servir de forma práctica, no solamente en talleres y conferencias, sino en las propias investigaciones, así que en esta gira nació también una investigación sobre cómo los jóvenes consumen y a su vez reproducen muchos de los estereotipos que criticamos desde los medios de comunicación y vemos como un destino-manifiesto la posibilidad de no revertirlo.

Además de los talleres en las Escuelas de Instructores de Arte, ¿qué otras acciones concretas realizaron en esta gira?

De la gira salieron algunas temáticas relacionadas con los temas de mujeres, por ejemplo en cada provincia del país se visitaron monumentos de mujeres que muchas veces están olvidados. Sabemos lo difícil que es construir un monumento, pero darle vida es muy importante. No hay tantos monumentos de mujeres en el país. Queremos, de cierta forma, rescatar los que ya están y proponer la escultura de otros, porque Cuba es un país que tiene un potencial turístico, tenemos la impronta de millones de visitantes extranjeros al año y no queremos ser una isla solamente identificada por un estereotipo exótico de nuestras mujeres, sino que las personas que nos visiten sepan que hay mujeres valiosísimas en todas las provincias del país y así como van a sitios musicales, también se sugiera la visita a estos monumentos, que forman parte de nuestra historia y que los más jóvenes vean, sobre todo en el caso de las mujeres, que también existen otras formas de ser mujer, donde por supuesto estaría la historia y la necesidad de reivindicar los derechos de las mujeres.

Esta fue una de las acciones, otra fue rescatar en cada provincia museos relacionados con mujeres históricas que estén vivas. En cada provincia se sugerían también, por ejemplo, personajes populares, tenemos en el caso de Bayamo a Rita “La caimana”, que es como el Caballero de París de La Habana, una figura popular en aquella ciudad, que cantaba y era muy dicharachera, la hemos querido rescatar como una figura emblemática y cada provincia hizo su propuesta, donde se incluyeron mujeres comunes, en el sentido de que no son ni artistas ni cantantes ni políticas, pero sí han dedicado casi toda su vida a sus comunidades.

En Granma tuvimos la experiencia de un monumento a 15 mujeres que están vivas, fue muy emocionante, porque ellas estuvieron allí con nosotros. Regularmente esperamos que las personas se mueran para hacerles monumentos y homenajes, en el caso de Granma se hizo este monumento, muy cercano al de Rosa La Bayamesa y la sugerencia es que cada provincia haga lo mismo. No es tan costoso, muchas de estas mujeres solo necesitan saber que lo que tributaron en toda su vida con mucha intensidad en la actualidad todavía es vigente, es digno y que las personas sientan que destacarse en lugares comunes en la vida, es importante también.

Coméntanos sobre la batalla que comienza a librar el proyecto Todas Contracorriente contra la violencia de género en los videoclips…

Eso es una provocación, soy una persona que me gusta provocar desde la academia y por eso convocamos para noviembre, cuando se celebra la Jornada contra la violencia, elegir los diez peores videoclips del año, porque a veces somos muy buenos y complacientes, criticamos los videoclips por violentos y nunca marcamos a los realizadores, a los artistas que promueven este tipo de arte. No se trata de censurar, sino de decir “no estoy de acuerdo” con que la violencia forme parte de la estética de nuestra cultura y si bien me están imponiendo estos videoclips desde los medios, también podemos promover la selección de esos mismos videos como “no deseados” por una parte de la población y creo que hay una forma de educar que es desde la ideología, es decir, la no violencia también implica una ideología, “yo no quiero seguir viendo este tipo de cultura”. Se trata que desde muchas partes, lo académico, lo cultural, el activismo, nos unamos todo el año en decirle no a la violencia, no solamente en el mes de noviembre.

¿Esta acción complementará los talleres para realizadores promovidos por el Instituto Cubano de la Música?

Ya en noviembre pasado hicimos un taller en La Habana para artistas, cantantes, escritores, realizadores de videoclips con el objetivo de fomentar estos temas, para que nadie se sienta aislado tampoco, que está siendo objeto de una crítica y no darle instrumentos para cambiar, porque sobre todo lo que queremos es el cambio: remarcar eso que dice mucha gente cuando viene a Cuba y camina por sus calles, somos una sociedad no violenta como otros lugares de nuestro continente, y porque esa realidad continúe y no se hable en pasado: se acuerdan cómo la sociedad cubana era no violenta, queremos que sea permanentemente la nuestra una sociedad donde se pueda andar por las calles y la cultura como a veces puede llegar a ser un terreno de nadie, puede fomentar este tipo de desvalores que nosotros queremos prevenir.