Múltiples propiedadesNo olvidemos que el matcha es un té verde, con diez veces más poder antioxidante que la infusión tradicional, muy apreciado por su intenso sabor y por sus múltiples propiedades. Para conseguir esta variedad se tapan los arbustos en los que crece el té aproximadamente un mes antes de recogerlos para ocultarlos del sol y así retrasar su crecimiento. Se logran de esta manera unas hojas de un intensísimo color verde gracias a su elevado contenido en clorofila, que al contrario que el resto de tés, no se consume infusionando las hojas, sino machacándolas hasta conseguir un polvo fino que se añade al agua y gracias a ello se aprovechan todas las propiedades de los compuestos que poseen sus hojas.
Los expertos aseguran que además de controlar los radicales libres gracias al poder de los antioxidantes, el matcha nos ayuda en todo el proceso digestivo, ya que su elevado contenido en fibra mejora el tránsito intestinal, regula el azúcar en la sangre, controla los niveles de colesterol y el metabolismo de las grasas. Por si todo esto fuera poco, aumenta la resistencia, la combustión de calorías, mejora nuestro estado de ánimo, relaja y permite potenciar la concentración.
¿Y qué pasa con el sabor?
Aunque tiene un sabor muy particular, difícil de describir, algo así como una mezcla de hierba cortada y té, tiene un gusto fresco, ligeramente amargo y muy adictivo. Eso sí, al menos al principio, hay que tomarlo con azúcar o algún edulcorante porque puede resultar demasiado intenso.