El asunto tiene no poca importancia si tenemos en cuenta que el advenimiento de las EFG en el país vecino se remonta a momentos muy anteriores al año en que fueron acogidos en España. Ahora, tras tantos años de uso, sorprende el número de pacientes que insisten ante el médico para que éste proceda a añadir las siglas "NS" en su prescripción, siglas que impedirían la sustitución de la marca.
El gobierno ha redoblado esfuerzos invirtiendo en derroches de esfuerzos, que resultan particularmente comprensibles en momentos en los que la Seguridad Social nada en cifras deficitarias. Cabe preguntarse las causas de estos giros en las tendencias...