Todo, menos marear.

Por Kheldar @KheldarArainai

Cuando River (Photo credit: mp3ief)

La vida tiene una curiosa manera de enseñar las cosas… Y en concreto, hay una lección que a todos nos conviene tener más que clara. Las relaciones son muy bonitas, muy enriquecedoras y muy sabrosas; siempre que seas capaz de cumplir con tres sencillas palabras: todo menos marear.

Ya tengas una relación de sexo esporádico y nada más, o busques a la persona que te complemente para el resto de vuestras vidas; es la única cuestión que hay que observar. No marear y decir de entrada si la otra persona te gusta o no te gusta, y los motivos por los que esto es así. Motivos usualmente acordes a tu identidad, deseos y propósitos.

Cuando uno medita sobre esas tres palabras, a veces cuesta encontrarles un sentido. Pero para alguien como yo; que se ha dejado las manos hechas muñones escribiendo sobre claridad, honestidad, y decir directamente lo que quieres, buscas y piensas…

No resulta tan complicado hallarlo.

Aunque incluso a mí me lo han tenido que explicar, el sentido es bien sencillo.

En esta vida hay personas que no buscan un compromiso serio o una pareja. Entre esas personas ando yo. En este caso, los mareos que yo tengo que evitar son los de dar la impresión de que mis relaciones son relaciones de pareja… Y los mareos de los que me tengo que librar van en la misma onda.

Por mi forma de ser y mi forma de vida, a veces resulto contradictorio en ese aspecto.

Aceptemos que a todos nos gusta recibir y dar afecto, y a mí en concreto me encanta. Lo cual no significa que quiera que alguien sea mi pareja, sino que me gusta esa comodidad con cualquiera de las personas que comparta cierta intimidad conmigo, siempre que me sienta cómodo teniendo esas comodidades. Cuando hay incomodidad, me distancio.

Y mi forma de ser me lleva a remarcar mi forma de vida: soy un hombre soltero.

Pero también están los que buscan pareja, a los que afortunadamente he podido ayudar porque la forma de conectar es básicamente la misma para ambos propósitos. Lo único que cambia es la intención de que la relación prospere indefinidamente, frente a mi postura de “dure lo que dure, disfrutaré mientras dure y agradeceré cuando termine”.

El problema de que la gente busque pareja consiste en que para ello se dedican a marear y a marearse a sí mismos. Comencemos por aclarar un par de cosas.

  • No por buscarla de noche te va a aparecer una pareja. Es más, todas las parejas que conozco no se han formado de dos personas que se conocieron por la noche de fiesta en un garito/bar/discoteca. Usualmente surge de la plena luz del día, porque como todos sabemos, de noche todos los gatos son pardos/grises.
  • No porque tú quieras promiscuidad debes excusarlo con que “sigues buscando a la adecuada, y mientras aparece o no; te diviertes, tomas experiencia en la vida y las relaciones”. A no ser que quieras terminar como Alfie… SOLO. Así es como puedes terminar y como vas a estar durante mucho tiempo, si tu vida afectiva se basa en contactos esporádicos que no trasciendan a algo más profundo.
  • Para ser pareja de alguien tienes que poder confiar en esa persona. Y eso se demuestra cuando esa persona puede aceptar que hagas cosas que no le gustan, tolerar que se lo cuentes y verlo correcto, agradecer que seas sincero, y además no intenta cambiar tu forma de ser, pensar y actuar… Y también confía en ti, de la misma forma que se da a confiar.
  • Tengas el tipo de relación que tengas con una persona, incluso si no tienes relación y es algo de la rama tonteos/rollos; hay que ser CLARO, DIRECTO, y HONESTO. Es importante que esa persona sepa lo que puede esperar de ti, y hasta dónde estás dispuesto a llegar. Debe conocer aquello que no quieres o no puedes dar.  Y no hay ninguna clase de problemas por esto, antes bien, ayuda a evitar problemas de la índole “hacerse ilusiones/castillos en el aire”.

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Personas (Photo credit: nicolasnova)

En mi experiencia personal, he podido ver personas que en un primer momento creyeron que no volverían a ver a su actual marido o mujer… De la misma forma que he visto parejas que conviven como matrimonios sin estar casados realmente.

También he podido ver personas que no han buscado, no buscan y no buscarán pareja, pero son capaces de convivir, co-crear y co-existir con personas sin involucrarse en relaciones de pareja… Ni propósitos de terminar siéndolo. Ni ahora, ni con los años.

Manteniendo sencillamente una relación de amistad, sin perjuicio del deseo mutuo.

Y también he podido experimentar que, cuando una persona intenta marearte -o lo consigue- o tú estás mareando a otra persona… Hay que ponerle punto y final de la manera más efectiva y tajante posible. Eso no impide seguir manteniendo contacto y amistad con esa persona si es lo que deseas, pero sí facilita que haya entendimiento.

Que ninguno de los dos sienta la incomodidad de estar en una situación desequilibrada y confusa. Al respecto de algunos puntos de desequilibrio o de mareo… Podríamos mencionar a personas que esperan de ti cosas que no estás en situación de poder dar o hacer, y también a personas que tratan de forzarte a entrar en una relación formal.

No quedarían exentas las personas que te ponen en la situación del famoso ultimatum, usualmente en el formato “si no haces tal cosa, despídete de mí para siempre”… O bien el segundo formato: “si quieres hacer XXXX conmigo, entonces tienes que dejar de hacer YYYY con ZZZZ”. Ante esto, solo queda una respuesta.

¿Acaso somos pareja?

En caso negativo… No eres quién para exigirme nada, y te pido que no lo hagas… Porque no lo cumpliré. Sabes quién soy, lo que hago, lo que quiero; y también lo que no voy a hacer y lo que no quiero. ¿Puedes vivir con ello? Entonces podemos mantener una relación sana y probablemente enriquecedora.

Si no puedes vivir con ello… No te expongas a una situación que solamente te reportará malestar, frustración y la sensación de perder el tiempo al no haberte salido con la tuya.

En caso afirmativo… Si te comprometiste a hacer lo que te demandan que hagas, o bien lo cumples o bien cortas la relación (porque seguramente la relación sea posible gracias a ese compromiso, junto a otros, por supuesto). Si no te comprometiste, haz lo mismo que hace el caso negativo. Todo menos marear.

Y este es el fin de mi argumentación.

El resto de reflexiones al respecto, preferiría que provengan de la experiencia personal de cada persona que lea este texto. Me gustaría que aportéis, si lo deseáis, vuestra postura al respecto de lo aquí expuesto en forma de comentarios a esta entrada.

Un fuerte abrazo,

Kheldar

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