¡Todo obstáculo es tu maestro, incluido el estrés!
Por supuesto es que esta afirmación no siempre es bien aceptada, pero da lo mismo porque en realidad así es.
¿Pregúntate que pasa cuando encuentras un obstáculo en tu vida?
A pesar de te pueda producir reacciones y emociones poco o nada agradables en un principio, es importante que te des cuenta que gracias a ese obstáculo tu mente se pondrá a funcionar para superarlo.
A no ser claro que como le pasaba al protagonista liliputiense de "Quién se ha llevado mi queso" te quedes todo el tiempo ofuscado quejándote de la mala suerte que tienes por haber tropezado con el obstáculo.
En realidad tú decides siempre que haces con los obstáculos.
Puedes aprovecharlos para buscar la forma de salvarlos o puedes maldecirlos porque no te dejan avanzar en tu camino.
Decidas lo que decidas, es una oportunidad de superarte, de crecer que se te brinda, y que de otra forma no tendrías ya que no te verías obligado a plantearte otras estrategias para superarlos.
Ahora te cuento que tiene que ver este paralelismo con el estrés.
Cuando estás sufriendo una situación de estrés crónico, también te encuentras en la encrucijada de tener que decidir que hacer con esa situación.
Puedes simplemente dejarte arrastrar por la situación o ponerte las zapatillas de los ratones de la fábula para buscar una solución.
Si decides esta última opción, saldrás fortalecido; sino el precio a pagar te aseguro que es demasiado alto.
Sé perfectamente que la decisión no es fácil porque ya se ha establecido una dinámica en tu vida que la mayoría de las veces te arrastra y te revuelca en cada embestida, pero llegará un momento que notarás que ya es suficiente, o que sea tu cuerpo el que te diga:
¡Hasta aquí has llegado!
Es ahí justamente donde tendrás que tomar la decisión que hará que las cosas cambien.
Ese momento es un momento crítico en tu vida, donde seguramente el miedo al cambio será intenso, aunque seguramente sean más intensas aún las sensaciones de malestar que estés soportando.
Así que yo te animo a que tomes la decisión menos fácil, a ser posible antes de que ese momento crítico llegue, que no es otra que buscar herramientas que te faciliten la salida y la ayuda de profesionales que te acompañen en el comienzo de esa nueva deriva.
Da igual cuál elijas, o que tengas que cambiar más de una vez.
En realidad lo mejor que te puede pasar es que elijas algo distinto a lo que ya estás viviendo.
Comparto aquí una frase para la reflexión que me dijo el otro día una persona:
"Cuando estás en este nivel de estrés, la cuestión es que ya no recuerdas cómo eras antes, o peor aún, no sabes si alguna vez fuiste de otra forma."
Te invito a ver esas situaciones difíciles como el gran maestro que son y los utilices para aprender.
Me encantará si decides dejar un comentario con tu opinión al respecto y si te parece interesante este artículo compártelo.