Justo hemos terminado de administrar una anestesia epidural a una gestante. Estamos acomodándola en la posición supina y ella nos dice: Los efectos sobre las raíces nerviosas son progresivos, según la cantidad y concentración del anestésico empleado, afectándose en primer lugar las fibras nerviosas más finas y con menos
-Doctor, todavía siento mi cuerpo...-
Efectivamente. Durante la operación cesárea la paciente no va a perder la sensibilidad al tacto de la facultad de mover sus miembros inferiores. A la gestante le respondemos...
-Siempre va a sentir que la "tocan", que "mueven" su barriga- Y añadimos: Pero cuando corten con el bisturí usted va a sentir que por su piel pasa un objeto sin punta como la yema de un dedo.
¿Por qué sucede así?
En las dos figuras anteriores observamos cómo emergen raíces nerviosas (nervios raquídeos) de la médula espinal, que está protegida dentro de la columna vertebral. La flecha roja señala uno de los nervios a "anestesiar" por el anestésico local vertido en el espacio epidural.
En resumen y en lenguaje simple:
a) En la anestesia epidural se bloquean en primer lugar y en mayor intensidad, las fibras nerviosas que transmiten la sensibilidad dolorosa (la operación NO DUELE) y las que regulan la presión arterial y la frecuencia cardíaca (en una buena epidural DISMINUYEN, moderadamente, la presión y el pulso).
b) Las fibras que transmiten la sensibilidad táctil (sensación de que "tocan") y la movilidad de los músculos (se podrían mover las piernas) se bloquean en segundo lugar y en menor intensidad.