La vida nos pone pruebas, y mientras las superamos es que nos damos cuenta de que material estamos hechos, y que tan fuertes somos. Esas pruebas son las que moldean nuestro carácter, nos hacen madurar y crecer, para luego poder enfrentar cualquier reto que se nos ponga enfrente. Al final entendemos porqué tuvimos que atravesar ese camino difícil, y terminamos siendo agradecidos, porque gracias a esas experiencias nos convertimos en mejores seres humanos.
Cuando nos sintamos desfallecer, pensemos que estamos en proceso de convertirnos en un hermoso diamante:
El ser humano es como el carbón, necesita ser sometido a una serie acciones, para convertirse en un bello diamante o ser sólo una brasa más. Anónimo