Jean-Eric Vergne confesó en las horas previas al GP de Bahréin que tuvo que ser ingresado en un hospital entre las carreras de Australia y Malasia al sufrir complicaciones por su pérdida de peso a raíz de una dieta.
"En realidad, estuve en el hospital entre los Grandes Premios de Australia y Malasia debido a la falta de agua y un poco de todo. Estaba muy débil. Bajé hasta los 67 kilos, lo cual fue demasiado poco y perdí energía pero ahora en ganado algo de peso y estoy bien", dijo a Autosport.
Sin embargo Todt cree que no es necesario llegar a tales extremos para bajar de peso y cumplir con la normativa de este año.
"Creo que normalmente puedes hacer una buena dieta y no tienes que ir al hospital porque has perdido demasiados kilos", dijo el presidente de la FIA. “No creo que vayas al hospital porque estés a dieta”.
El problema, básicamente lo sufren los pilotos más altos y pesados, que se han visto obligados a bajar muchos kilos para no lastrar a sus equipos a pesar de que el peso mínimo para el paquete coche-piloto se ha aumentado en 50 kilos para acomodar los nuevos V6 Turbo.
"Nosotros (los pilotos más grandes) tenemos que perder mucho peso. No hay mucho donde podamos perder de todos modos, así que ni siquiera puedes entrenar porque tenemos que perder los músculos pequeños. Es una situación difícil y no creo que sea justa”, dijo Adrian Sutil, que es uno de los hombres que defiende que se amplíe el peso mínimo para la temporada próxima hasta los 701 kilos.
"Los conductores pequeños comen lo que quieren, pero nosotros somos naturalmente más pesados y tenemos una penalización de segundo y medio por vuelta, o más, así como así. No porque los más pequeños sean mejores pilotos, sino porque son más ligeros. No es así como debe ser la F1. Existe el peligro (de desmayos y deshidratación). Estamos empujando a más de 300 km / h en la recta, así que ya no es tan fácil. No se puede garantizar que todos los pilotos den el cien por cien, desde un punto de vista físico", concluyó.
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