No se puede tolerar que ciudadanos de pleno derecho que están disfrutando de su tiempo libre, sean maltratados por sinvergüenzas como el camarero que nombra Izaskun.
Esos comportamientos no pueden salir gratis. Deben de ser castigados económicamente (que duele mucho) y también socialmente, avergonzando a estos sujetos que humillan sin temor a personas en apariencia mas débiles que el.
Ante estos comportamientos tolerancia cero.