Causas porque es difícil tomar decisiones
- Crees que tu decisión va a ser permanente, para siempre.
- Quieres tomar la mejor decisión, la que te asegure un resultado perfecto (y eso implica la capacidad de leer el futuro).
- Tienes miedo a equivocarte.
- Te influye lo que otras personas piensan y esperan de ti.
Recomendaciones para tomar decisiones
- Sé sincera contigo misma, tú ya sabes lo que hacer. Sí, ya lo sabes. Otra cosa es que quieras hacerlo.
- El número de razones que tienes para hacer algo es inversamente proporcional a las ganas que tienes de hacerlo. En resumen, cuando uno quiere hacer algo, no necesita razones; si te las das es porque no estás muy convencida.
- ¡Cambiar de opinión es posible! (en la mayoría de los casos). Esto es algo que quiero que tengas siempre presente, porque la idea de que nuestras decisiones son irrevocables genera, y con razón, mucha ansiedad. Las decisiones no tienen que ser de por vida (como dije antes, en la mayor parte de los casos), y no pasa nada si cambias de opinión más tarde.
- Lo realmente importante no es la decisión en sí, sino las consecuencias, la repercusión. Eso significa que cualquier decisión puede ser para bien si sabes cómo lidiar con las consecuencias. No es una mala decisión cometer una equivocación al elegir, pero sí lo es no hacer nada al respecto (aparte de quejarte).
- No te obsesiones con tomar la mejor decisión posible, proponte elegir la opción que conlleve un mayor desarrollo personal o profesional. Si, al cabo de un tiempo, ya no te satisface la opción escogida, no pienses que cometiste un error sino que necesitas seguir creciendo, que dicha elección ya no aporta nada a tu desarrollo.
Cómo sentirte bien con tus decisiones
- Saber que nadie te ha empujado a elegir algo que no quieres.Independientemente del resultado de tu decisión, si lo has elegido tú, según tus prioridades y preferencias, te sentirás satisfecha. No sucederá lo mismo si eliges algo por la presión familiar o porque “crees” que debes hacerlo. Tomar tus propias decisiones te dará una gran seguridad en ti misma, e incluso si al final no sale como esperabas, no te sentirás mal porque ha sido una decisión que has tomado conscientemente.
- Que tu elección esté en consonancia con tus valores personales. Todos tenemos una serie de valores, principios, que nos sirven como guía y representan nuestras prioridades en la vida. Cuando nuestras acciones y decisiones no son coherentes con nuestros valores, nos sentimos desgraciados. Por tanto, si tus elecciones se ajustan a tus valores, te sentirás satisfecha. Te pondré un ejemplo: uno de mis tres valores fundamentales es la honestidad, si yo tuviera que elegir entre dos trabajos y uno supusiera tener que mentir o engañar a mis clientes, por muy bien que me pagaran y por buenas que fueran las condiciones, yo no me sentiría bien. Por eso siempre procuro que mis elecciones estén en consonancia con mis valores de honestidad, crecimiento y aprendizaje. ¿Cuáles son tus valores?
- Que tu elección conlleve tu desarrollo personal. Porque aunque el resultado no sea el esperado, no te arrepentirás si has aprendido algo nuevo o vivido una experiencia diferente que haya supuesto un desarrollo personal para ti. Ya sabes, de todo se aprende.
En resumen, aunque las cosas no salgan como planeas (y no siempre lo harán), si tú tomas el control de tus elecciones y te aseguras de que son coherentes con tus valores y de que colaborarán en tu desarrollo personal, te sentirás satisfecha. ¿Qué te parece, se te ocurre alguna más?
Artículos de:
http://sociedad.comohacerpara.com/n6663/como-tomar-decisiones-sin-miedo.htmlhttp://crecimiento-personal.innatia.com/c-como-tomar-decisiones/a-decidir-sin-miedo-a-equivocarse.html