Los tomates secos italianos (y los cherry de Huelva) se han puesto de moda. Seguro que los habréis visto en algunas tiendas de "delicatessen".... (y frescos en muchas las fruterías).
El tomate seco tiene las mismas propiedades nutritivas que el tomate normal (o hasta incluso más), licopeno incluido.
Además de licopeno, los tomates secos contienen destacadas cantidades de sales minerales y vitaminas. Son una fuente de potasio, fósforo, calcio, zinc, cobre, potasio, sodio, y magnesio, necesarios para la actividad normal de los músculos, así como de vitaminas del grupo B, C y A, en concreto, betacaroteno o pro-vitamina A.
Por todo ello, es un conocido mineralizante y desintoxicante, ayudando a eliminar el ácido úrico gracias a su efecto diurético. Pero eso no es todo:
Para preparar tomates secos (por si os animáis a ello) se seleccionan tomates sanos y de color uniforme, y sin manchas ni daños en la piel. Los tomates pera sherry son ideales para el proceso.
Hay varias maneras de secarlos, al horno o al sol o combinando ambas técnicas. Para secarlos al sol, se colocan sobre una rejilla en una superficie lisa y limpia. La época ideal para secarlos es la época de verano porque con la suficiente insolación, el secado puede tardar unos cuatro o cinco días. Por la noche los tomates se retiran y tapan hasta la mañana siguiente y así hasta que se sequen. Eso es todo.
Pero bueno, la manera más fácil de obtenerlos, es comprarlos ya secados. Como he dicho al principio, en las tiendas de delicatessen es fácil encontrar en pequeñas bolsitas, los de procedencia italiana (suelen ser tomates cherry), pero no hay que olvidar que los procedentes de España son igual de buenos, o más (y más económicos).
Otra manera de re-hidratarlos es sumergiéndolos en aceite durante varios días. Yo los conservo de esta manera durante semanas, para que el aceite coja el sabor de los tomates y cuando lo necesito, paso por la batidora varios tomates secos, trocitos de parmesano, albahaca fresca o seca, un poco de pimienta negra molida y una pizca de ajo en polvo y sal.
A este preparado le añado aceite de oliva, lo mezclo todo y lo añado tal cual como condimento para la pasta. Delicioso.
El tomate seco en aceite de oliva es un condimento que puede ser utilizado para realzar todo tipo de recetas y salsas. Aún cortado en pequeños trozos, su sabor es extremadamente potente y aromático.
Otro de mis platos favoritos (típicamente italiano) es la ensalada de queso con tomate seco. Es muy fácil de preparar. Se necesitan una bola de queso burrata o mozzarela de búfala por persona, unos cuantos tomates secos en aceite, salsa o paté de olivas negras, aceite de oliva virgen y vinagre balsámico de módena.
Se pone en un plato el queso cortado en lonchas, se coloca por encima los tomates cortados a tiras a vuestro gusto, y se decora con salsa o paté de olivas (también al gusto). Finalmente, se aliña con aceite de oliva virgen, vinagre de módena, un poco de sal y pimienta. Un plato muy sencillo, a la vez que delicioso y nutritivo.
¿Y vosotros? ¿Cómo soléis condimentar vuestros platos de pasta? ¿Utilizáis tomates secos en vuestros platos? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
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