Es posible que la primera imagen que nos viene a la mente si hablamos de Jardinería, sea la de una señora jubilada, con un gorrito encasquetado en la cabeza y una pequeña pala en la mano, trasplantando bulbos en su acogedor jardín privado. Pero, como bien nos explica cada semana la doctora Silvia Burés en su blog ‘No digas que se te mueren las plantas’, la jardinería no sólo es eso. Podemos olvidarnos ya de esa imagen victoriana y empezar a considerar el mundo vegetal como parte intrínseca de cualquier proyecto de diseño, urbanismo o arquitectura (por algo será que Santa&Cole -una de las mayores empresas españolas dedicadas al diseño industrial- ha dado el paso de invertir en viveros de árboles). Existen muchos tipos de jardines, muchas modalidades de jardinería y muchas maneras de plantar. Plantar ya no es aburrido o tarea de viejos. Ni mucho menos. La jardinería se está convirtiendo en algo lúdico para todos los públicos. Ya hablamos de la jardinería de guerrilla y durante los próximos días hablaremos de los inicios de la reforestación como inicio del activismo ecológico o de las maneras de plantar y sembrar en otras culturas.
Hoy quería, sin embargo, presentaros la propuesta de Urbanarbolismo, un joven estudio de arquitectura alicantino formado por Luis Hernández Calvarro y Jordi Serramia Ruiz. Sus ideas son claras (y compartidas): hablan de facilitar la biodiversidad al construir, de mejorar los ecosistemas al mismo tiempo que mejoramos nuestra calidad de vida, de permeabilizar las ciudades, de respetar lo que ya había (a nivel físico, biológico y cultural) al planear una urbe.
Y tienen una idea para convertir la creación de zonas verdes en algo lúdico y participativo: la batalla verde: una guerra de bolas de barro verde -mezcla de sustrato y semillas- que, una vez acabada la batalla campal, queda en el terreno y empieza a germinar. Durante las siguientes semanas, la sucesión vegetal va prosperando hasta convertirse, en unos meses, en un terreno verde. Una tomatina, pero con el color cambiado. Parece ser que van a empezar por hacerlo en algún solar de el Portell de la Morella, durante la fiesta mayor. Pónganse ropa vieja y ¡cuidado con los bolazos!
o: Jardines para llevar o Guerrilla gardening o La arquitectura que viene