Tony Scott será recordado por muchos de nosotros por ser uno de los primeros cineastas en apostar por el cine espectáculo, no exento de calidad, sin complejos ni excusas; su cine era adrenalínico y para muchos excesivamente videoclipero, que alternaba sin pudor películas meramente alimenticias (con un éxito comercial abrumador) con proyectos más personales. Sea como sea el creador de films tan potentes como Revenge (1990), El Último Boy Scout (1991), Amor a Quemarropa (1993) o El Fuego de la Venganza (2004) merece un reconocimiento por su personal e intransferible sello. Para los aficionados al cine fantástico o de terror Tony Scott solo nos dejo un film en toda su trayectoria profesional, pero sin lugar a dudas El Ansia (1983) fue, y sigue siendo, una de las cúspides del cine de vampiros de los años ochenta. En esta película se condensaba todo el saber hacer profesional de este realizador y, por lo menos para mí, es una autentica pena que no realizara más incursiones en este género, pues su maestría y también su sensibilidad a la hora de afrontar el género nos hubiera regalado muy buenos momentos a todos los aficionados a estos manjares. Descanse en Paz.
Tony Scott será recordado por muchos de nosotros por ser uno de los primeros cineastas en apostar por el cine espectáculo, no exento de calidad, sin complejos ni excusas; su cine era adrenalínico y para muchos excesivamente videoclipero, que alternaba sin pudor películas meramente alimenticias (con un éxito comercial abrumador) con proyectos más personales. Sea como sea el creador de films tan potentes como Revenge (1990), El Último Boy Scout (1991), Amor a Quemarropa (1993) o El Fuego de la Venganza (2004) merece un reconocimiento por su personal e intransferible sello. Para los aficionados al cine fantástico o de terror Tony Scott solo nos dejo un film en toda su trayectoria profesional, pero sin lugar a dudas El Ansia (1983) fue, y sigue siendo, una de las cúspides del cine de vampiros de los años ochenta. En esta película se condensaba todo el saber hacer profesional de este realizador y, por lo menos para mí, es una autentica pena que no realizara más incursiones en este género, pues su maestría y también su sensibilidad a la hora de afrontar el género nos hubiera regalado muy buenos momentos a todos los aficionados a estos manjares. Descanse en Paz.