Jean Nouvel explica que su torre “no es un rascacielos en el sentido norteamericano del cielo”. Es una experiencia única, singular, en medio de una ciudad más bien tranquila. Buscó que su obra emerja del suelo de una forma especial. Y pensó una metáfora arquitectónica: combinó el agua (en referencia al Grupo Aguas de Barcelona, que ocupará el edificio) con el verbo «emerger ». También encontró referencias formales en los pináculos de la montaña sagrada de Cataluña, Montserrat, y los campanarios de la Sagrada Familia de Antonio Gaudí
El edificio se conforma como la unión de dos conceptos opuestos: ligereza del vidrio que recubre el edificio en forma de láminas de 120 x 30 cm, formando un gran brise-soleil y masividad del hormigón de su estructura. El hormigón va recubierto de placas de aluminio que dan color al conjunto, con una superficie difuminada de 16.000 m2.
Las láminas de vidrio presentan diferentes inclinaciones, y opacidades provocando un juego de luz, según el momento del día y la estación del año, con las chapas de aluminio lacadas que recubren el hormigón. La forma de cilindro ovoide o «bala» se forma a través de dos cilindros, no concéntricos, de planta ovoide. El cilindro interior alberga los ascensores, escaleras e instalaciones, el exterior presenta aperturas, las ventanas (4.400 en total), formando un gran fractal. Los paneles móviles que reflejan las luces artificiales de la torre.
Programa: Oficinas Ubicación: Barcelona – España Autores: Jean Nouvel Fecha: 1999 – 2005
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