¿Te imaginas emborracharte a base de torrijas? Porque estoy segura de que más de un alma cándida ha tenido una siesta de tres horas gracias a las tres torrijas que se zampó después de comer y que estaban tan ricas que "le nublaba la vista"..y el entendimiento
-Quizás de ahí viene lo de -"¡Vaya torrijón que lleva!"..
Según mi madre, el vino no se hervía, sólo se calentaba un poco para que tomara el sabor de la canela y la cáscara del limón, pero yo prefiero darle un hervor aunque sea de cindo minutillos, si no quieres perderte la procesión del Jueves Santo (entiéndase en Jaén, "la de los Civiles" o la de la "Expiración"); si no quieres perderte esa sublime aglomeración en los bares; esos maravillosos codazos en la barra del bar (porque de mesas, ni hablamos); ese apoteósico cliente que poco a poco empieza empujando y haciéndose con un pedacito de barra, relegándote a que sólo puedas acercarte a tomar tu vaso, con el peligro de que cuando vuelvas a intentar dejarlo te encuetres el suyo en su lugar, y tengas que sostenerlo en una mano mientras que con la otra sostienes el plato con la tapa, dependiendo de tu pareja para poder saborear tan apreciado manjar (importante: no discutas con ella, o no la catas).
¡Ahh!! estos maravillosos días procesionales, que además este año se han aliado con el tiempo para echarnos de casa y disfrutar de estas increíbles experiencias gastronómicas...
Así que ya estás preparando las torrijas, y tú decides: con o sin alcohol... depende de tus planes para la tarde...
Ingredientes (para 5 torrijas):
- 5 rodajas de buen pan, del día anterior
- 250 ml. de vino dulce (yo utilicé Pedro Ximénez)
- 200 ml. de agua
- 1 palo de canela
- La cáscara de un limón
- 2 huevos
- Azúcar y canela para rebozar
- Aceite de oliva virgen extra, para freir (aove)
Preparación:
En un cazo, pones el vino con el agua, la canela y la cáscara de limón, y dejas hervir 5 minutos, para quitarle el alcohol (en caso de que quieras quitarlo, porque si quieres que tenga su puntito canalla, sólo tienes que calentarlo y apartarlo del fuego en cuando rompa a hervir, para que se infusione)
Cuando esté templado, lo vuelcas sobre las rodajas de pan y dejas una media hora, hasta que se haya absorbido todo el líquido.
Pones a calentar el aove, y bates los huevos.
Cuando el aove esté caliente, pasas las torrijas por el huevo batido y las fríes, dándole la vuelta cuando estén doraditas.
Las pones en un plato con papel de cocina, para que absorba el exceso de aceite, y aún calientes, las rebozas en una mezcla de azúcar y canela. Puedes hacer también un almíbar con agua y miel y cubrirlas con él. ¡QUE APROVECHE!!