Torta de torremolinos

Por Carmenrosa @MicocinaCR

Séneca: "Nadie ama a su patria porque es grande, sino porque es suya".
Decir o sentirse de un lugar determinado es muy relativo, pero “ser de un lugar” sentirse de una tierra determinada es mucho más que un concepto, implica pasado y futuro, raíces y destino, sentimientos y vivencias, cultura y tradiciones…..
Y la gastronomía de una tierra, no sólo es cultura, también tradición…..y Málaga, el lugar donde nací es una tierra llena y plena de platos, de recetas tradicionales, con una riqueza de ingredientes realmente sorprendente, donde se aúnan productos de la mar, de serranías, valles y montes……que hacen que las recetas y las costumbres gastronómicas tradicionales sean especialmente ricas y extensas.
Es quizás por ello, que Málaga sea rica en cuanto a gastronomía y por ende, somos muchos blogueros de nacimiento e incluso de adopción, los que a la “sombra” de los sabores malagueños compartimos por éstos caminos virtuales las recetas tradicionales de Málaga.
Pero he de reconocer, para mi humilde opinión que una de ellas, es el de mi amiga Reme, a quien sigo y admiro, su blog, dicho sin pasión sea probablemente el blog de recetas de cocina malagueña con más alto, altísimo nivel en cuanto a contenido fidedigno de la tradicional y auténtica cocina malagueña.  
Nació “Su cocina” virtual en enero del 2007, dos años antes que “Mi cocina”, que mi blog, siendo todo un referente dentro de la cocina malagueña.   Tuve conocimiento de su blog en el año 2011, cuando el mío llevaba casi tres años y curiosamente fue a través de las redes sociales; dándonos cuenta mutuamente que teníamos mucho, mucho en común, no sólo la pasión por nuestro lugar de nacimiento, la barriada marinera del Palo, de donde procedían nuestros mayores los campos del Valle del Guadalhorce, donde habíamos estudiado lugares del centro de la capital….y como no, la pasión por nuestra querida Málaga y como es lógico y de ello va nuestros blogs, la gastronomía….
Visitandola hace unos días, me encuentro con una receta difícil, muy difícil de conseguir y que casi todos los malagueños alguna vez hemos probado: las famosas tortas de Torremolinos (Aqui, en éste enlace, podrán ir a su receta) .
Y se lo dijo....la voy a hacer y así ocurrió.

Receta que yo quería tener y de la que sólo sabía o creía saber los ingredientes, concretamente por ésta publicación que “copié” en su día, hace muchísimo tiempo y que no recuerdo de donde…..(pido disculpas a su autor, ya que la voy a describir literalmente).
El sabor de lo natural (sin conservantes ni colorantes) define lo que son las típicas tortas de Torremolinos, elaboradas desde el año 1908. La receta elaborada desde antiguo por las abuelas de la localidad que un día ofreció a los visitantes y turistas un comerciante emplazado antiguamente en la calle Hoyos -ya jubilado y conocido popularmente como Paco- con el fin de dar a conocer uno de los dulces más típicos de la Costa del Sol.
Canela, ajonjolí, matalahúva, miel, aceite de oliva virgen, un poquito de azúcar, algo de bicarbonato y tres tipos distintos de harina conforman los ingredientes de este tierno dulce cuyas cantidades y porciones no se desvelan, pues son el secreto de su sabor.
Artesanalmente, con la única ayuda mecánica de una amasadora y un horno, estas tortas tan sólo requieren para ser elaboradas unas buenas manos expertas y cariñosas, además de unas horas, ya que una vez fabricada la masa se deja fermentar durante toda la noche y por la mañana se hornea a una temperatura de 180 grados por espacio de 10 minutos para poder ser degustadas una vez salidas del horno. Su escasa dulzura y la excelente naturaleza de sus condimentos donde todos son productos puramente naturales y, como no, ecológicos, convierten a este producto en idóneo para cuidadores de su físico y estado de salud, ya que ni engorda ni provoca colesterol.

El establecimiento que las elabora está situado en una de las arterias principales de la ciudad, la Avenida Isabel Manoja.
Unos dulces cargados de mucha tradición e historia a sus espaldas que han ayudado a promocionar las delicias de esta localidad costasoleña al ser uno de los productos elegidos por turistas nacionales y foráneos para llevarse a los suyos como recuerdo inolvidable de tradiciones gastronómicas casi desaparecidas en los hogares torremolinenses.
He seguido pues, la receta de Reme, añadiéndole la miel que indica el texto en cuestión y sustituyendo uno de los vasos de harina de trigo, por uno de maicena (la receta original indica que son tres tipos diferentes de harina)….así hemos podido disfrutar y “recuperar” (aunque no es que estuviese perdida) las famosas y deliciosas tortas de Torremolinos
Les garantizo que no podrán coger sólo un trozo……

Ingredientes:
2 vasos de harina de trigo, 1 vaso de maicena,1 vaso de leche entera, 1 vaso de aceite de oliva virgen extra (a ser posible malagueño), 1/2 (medio) vaso de azúcar, la piel de un limón, 1 cucharadita de sésamo (ajonjolí), 1 cucharadita de matalahúga, 1 cucharadita de levadura, 1 cucharadita de bicarbonato, 1 cucharada de canela en polvo, dos cucharadas de miel y 1/4 cucharadita de sal.
Los pasos a seguir:

En una cacerolita calentar el aceite con la piel del limón durante un minuto, cuando empieza a tomar color, retirar el aceite del fuego, sacar las cáscaras de limón y añadir las semillas de sésamo y matalahúga.
Agregar en el aceite el vaso de leche y reservar.

En un cuento echar los tres vasos de harina junto con el azúcar, el bicarbonato, la levadura y la sal, mezclando todo el conjunto.
Añadir todo el líquido en el cuenco e ir mezclando todos los ingredientes de forma que quede una masa homogénea.
Incorporar la miel mezclándola bien hasta que se forme una bola muy suelta y suave.

Forrar un molde con papel de hornear (yo utilicé a falta de un molde cuadrado, un cuenco de cristal especial para hornear) y extender la masa, espolvoreando azúcar y la canela por encima.
Meter en el horno, previamente calentado (calor arriba y abajo) a 150º C, dejándolo aproximadamente una hora.
Sacar del horno....

No he seguido el consejo de Reme….no la dejé enfriar, la puse en la mesa después del almuerzo el pasado Sábado, con un cafelito….

Y como bien dice Reme.... casi, casi “tocamos el cielo”…en ésta ocasión, ése cielo que tengo tan cerquita de Mi cocina, el de Torremolinos.