Ingredientes: 250 g zanahoria; 250 g almendra pelada; 5 huevos; 200 g azúcar; 1 vial de esencia de ron; ralladura de limón; 50 g pan rallado; 1 cucharada mantequilla; azúcar glas.
Preparación: Raspar las zanahorias y triturar en el robot.
Escaldar las almendras (en mi caso las compro siempre con piel) en agua hirviendo, quitar la piel y triturar con el robot hasta obtener una harina.
En el bol de la amasadora batir las yemas de los huevos con el azúcar durante 10 minutos hasta obtener una crema. Añadir (sin dejar de batir a velocidad suave) la zanahoria y almendra, la ralladura de limón y el ron. Por último, en una sartén fundir la mantequilla, añadir el pan rallado, rehogar 1 minuto y añadir a la masa mezclando bien.
Batir las claras a punto de nieve y añadir a la masa mezclando ahora con una espátula con movimientos envolventes. Verter en un molde ligeramente engrasado y repartir bien.
Hornear a 180 ºC (calor arriba y abajo sin ventilador) durante 35 minutos (pinchar con un palillo que debe salir limpio). Dejar enfriar antes de desmoldar. Yo lo he decorado con azúcar glas.
Aparentemente, esta tarta sencilla podría parecer igual a muchas pero os aseguro que esta receta típica del Trentino no os dejará indiferentes y supera con creces cualquier otro dulce: ligera y fragante, siempre tierna, es un éxito garantizado.
Como siempre, os dejo la receta original de la que no he cambiado nada.
Y ahora vamos con las muchísimas participantes a esta receta que espero hayan disfrutado tanto como yo de este fantástico dulce. ¡GRACIAS!
¡Nos vemos el mes que viene con nueva propuesta! ¡Y gracias a nuestra anfitriona!