Unas veces por que pesa la sartén, otras por qué no tenemos plato lo suficiente grande, en ocasiones simplemente porque no nos atrevemos (sobre todo los iniciados en esta tarea), así que: ¿Por qué no hacer una tortilla abierta, sin darle la vuelta?
Poner a hidratar los tomates con agua, al menos un par de horas. Lavar y cortar a tiras los pimientos, ponerlos en una sartén con aceite, salar y freír a fuego medio-bajo durante unos 20 minutos. Añadir los tomates hidratados escurridos y cortados, rehogar todo junto un par de minutos. Reservar y escurrir.
Batir los huevos, añadir la leche, salpimentar al gusto y cuajar una tortilla por un lado solo, repartir por encima las verduras reservadas y trocitos de queso roquefort, tapar la sartén para que se termine de cuajar el huevo y se funda el queso. Añadir albahaca picada, apagar el fuego y servir.
NOTA: La cantidad de pimientos depende del tamaño de estos. ** El tiempo de cocción de la tortilla a vuestro gusto, hay quin la prefiere poco hecha, otros cuajada totalmente. ** La albahaca morada es una variedad que es más suave, pero se puede poner la más corriente.** Queso roquefort, azul, gorgonzola, cabrales incluso... el que os guste.
Celíacos: aseguraros bien de que todos los ingredientes sean sin gluten.