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Pues creedme porque es cierto.
Siempre las he comprado congeladas o en conserva, básicamente porque nunca las he visto en el supermercado.
Pero esta semana todo ha cambiado.
¡¡Había habas frescas en el súper!! Con su vaina y todo!! jeje
Aunque, si no hubiera estado con mi madre en el supermercado, lo más probable hubiera sido que ni siquiera las reconociera. De hecho, fue ella quien me dijo: "mira hija, hay habas. Si quieres las podemos preparar en tortilla, como me las hacían de pequeña en Elche".
Mi afán por probar nuevas recetas, me llevó a decir de manera inmediata: "¡genial!", y agarrar la única bolsa de habas que había en todo el mostrador de verduras. No parecían muchas. Tan solo eran 500 gramos, por lo que había que pensar en "enriquecer" esa tortilla.
Mi madre y yo comenzamos a pensar en qué ingredientes serían el mejor acompañamiento para esta legumbre. Y finalmente, la solución fue muy sencilla: Aprovechamos las dos lonchas de jamón cocido que sobraron de una empanada de bechamel, jamón y queso y media cebolleta (esta no es que hubiera sobrado de ninguna preparación anterior, la teníamos en la nevera, sin más).
Probablemente, el hecho de que yo esté ahora mismo compartiendo esta receta con vosotros os hará intuir que fue todo un éxito. Pues tengo que deciros que ciertamente, lo fue.
Lo mejor de esta tortilla, además de su sabor, es que la hicimos con la menor cantidad de grasa posible, con lo que no resulta para nada un plato pesado.
Esto os lo comento porque, a posteriori, me puse a investigar por Internet (sí, mal, lo tenía que haber hecho antes), y me sorprendió observar que en la mayoría de las tortillas de habas frescas, cocían éstas en aceite en lugar de hacerlo en agua (lo más seguro es que esta sea la forma tradicional de prepararla y yo haya metido la pata hasta el fondo, pero bueno, ¿qué se le va a hacer?) No obstante, os digo que estaba muy rica, que las habas estaban en su punto y que apenas tenía grasa. Así que, me haya cargado o no la receta de las abuelas (les pido mil perdones si he metido la pata), podemos decir que esta es una versión, además de sabrosa, "light", ¿vedad? =))
¿Qué os parece?
Fuentes de inspiración: mi madre, mi nevera y yo.
INGREDIENTES (para una tortilla de dos raciones)
- 500g de habas frescas (con la vaina)
- 1/2 cebolleta
- 2 lonchas de jamón cocido
- 3 huevos
- aceite de oliva virgen extra
- sal
PREPARACIÓN
- En primer lugar, separamos las habas de sus vainas y las lavamos. Después, las cocemos en agua con sal durante unos 10 minutos. Cuando estén tiernas, las escurrimos y reservamos para utilizarlas un poco más adelante.
- Cortamos media cebolleta en trozos pequeñitos. Inmediatamente después, ponemos a calentar en una sartén una cucharada de aceite de oliva, y sofreímos en él la cebolleta. Cuando esté rehogada incorporamos las habas y un poco de sal. Seguimos rehogando unos minutos más. A continuación, añadimos las dos lonchas de jamón cortadas en cuadraditos. Retiramos del fuego y sacamos este preparado de la sartén, procurando dejar en ella la mayor cantidad de aceite posible.
- Por otro lado, separamos las claras de las yemas, y batimos las claras hasta que estén blancas (¡¡no las montéis demasiado, sólo tienen que estar un poco subidas!!). Batimos dentro las yemas (si queréis, podéis añadirle un poco más de sal a los huevos).
- Cuando se hayan incorporado, agregamos el rehogado de habas a los huevos. Mezclamos.
- Volvemos a calentar el aceite que quedó en la sartén y cuajamos la tortilla por uno de sus lados. Cuando empiece a cuajarse por los laterales, le damos la vuelta y la cuajamos por el otro lado.