Sí, lo sé, puede parecer imposible, y más aún viendo las fotos. Pero sí, es una tortilla ¡¡pero sin nada de huevo!!
Por fuera, crujientita y por dentro, blandita y jugosa.
Y, ¿cómo surgió la idea? Pues viendo un programa de "Los Fogones Tradicionales" de Canal Cocina. Ya entonces, cuando lo vi, me pareció imposible que con tan solo patatas y un pelín de aceite saliera una tortilla perfecta y que no se rompiera. Desde entonces, cada vez que han sobrado patatas cocidas en casa, (después de haber hecho una ensaladilla, un brazo gitano o sencillo puré) se me venía a la mente esa "tortilla sin huevo de Los Fogones".
Y hoy, al fin, me animé a hacerla. Como podéis ver, el resultado ha sido genial, y por eso lo quiero compartir con vosotros. No tengáis miedo porque no se rompe. Además, en cuanto a grasa se refiere, lleva tan solo el aceite necesario para cubrir el fondo de la sartén, y las patatas, a diferencia de las que lleva una tortilla de patatas tradicional, no van fritas, con lo que nos ahorramos aún más calorías.
Os animo a que la hagáis en casa. Por mi parte, seguro que repetiré y os traeré alguna que otra variante.
INGREDIENTES (para una tortilla individual):
- 3 patatas pequeñas cocidas
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- Quitar la piel a las patatas y machacarlas con un tenedor. Añadir al puré resultante un poquito de sal y mezclar.
- Cubrir el fondo de una sartén pequeña, como de ración, con aceite de oliva virgen extra.
- Cuando el aceite esté caliente, echar sobre él el puré de patatas y cuajarlo a fuego lento como si de una tortilla tradicional se tratara.
- Una vez que el fondo esté cuajado, darle la vuelta a la tortilla, y repetir el mismo proceso que en el paso anterior (primero calentarla a fuego fuerte y luego a fuego lento).
- Cuando se observa que la tortilla se despega de los laterales de la sartén, ya está lista para sacar y servir.