Esta es una receta que me evoca mi infancia. Es una receta de una amiga de mi madre que de vez en cuando nos la traía a casa. La verdad es que nunca me dio la receta, tampoco se la he pedido, pero el recuerdo de su sabor es tan claro que no me costó nada sacarla. Esto es, como los que tienen buen oído y sacan a la guitarra cualquier melodía, yo no tengo oído, pero tengo unas papilas gustativas...
INGREDIENTES.
1 barra de pan duro. 1 litro de leche. 5 c. s. de azúcar. La piel de una naranja. 1 palito de canela. 5 huevos. Azúcar glass. Canela molida.
Yo esta vez he elegid para aromatizar naranja y canela, pero podéis hacerlo con lo que más os guste, limón, vainilla, anís estrellado,...
ELABORACIÓN.
Infusionamos la leche con la cáscara de la naranja, la canela en rama y el azúcar. Lo dejamos hervir a fuego medio durante 15 o 20 minutos y retiramos de fuego. Retiramos las cascaras de naranja y la canela.
Cortamos el pan y lo vamos poniendo en la leche dejando que se empape bien hasta que desaparezca toda la leche.
Batimos los huevos, mezclamos con el pan mojado y lo dejamos reposar 5 minutos.
Lo cuajamos como cualquier tortilla y una vez lista le espolvoreamos azúcar glass y canela molida.
"Vete a tu casa con tu familia, y anúnciales todo lo que el Señor hizo contigo". San Marcos 5, 19