Abuela, yo quiero que me operen de lo de celiaco. Con estas palabras mi nieto mediano de 6 años me dejó derrumbada durante una comida en un restaurante.
Siempre que salimos a comer fuera vamos a restaurantes que sabemos de antemano que Julián va a tener variedad de platos sin gluten para elegir y esta vez no era una excepción, pero al llegar a los postres, el menú infantil tenía la opción de helado o tortitas y todos los peques eligieron estas últimas. Es en ese momento cuando Julián pregunta ingenuamente si las tortitas son sin gluten y ante la negativa de la camarera me suelta la frase que me dejó hecha polvo durante todo el día.
Por supuesto que al día siguiente el pequeño merendaba sus tortitas con nata en casa, pero no entiendo porqué un sitio en el que disponen de tantos productos sin gluten en la carta no adecuan los menús infantiles también. Un adulto puede entenderlo mejor, pero un niño.... 😢
Julián se ha quedado sin el consabido regalo de los menús infantiles porque en el restaurante X sólo tienen menús sin gluten para adultos y los camareros o dependientes no han tenido la sensibilidad de darle el juguete. Y en el restaurante Y han obligado a coger un menú entero (sin opción a medio menú) porque tampoco consideran que un niño pueda ser celiaco. Sin contar las veces que el pan si gluten lo han traido en la misma cesta que el pan normal sin tener en cuenta la contaminación cruzada.
Una vez más me sumo a la campaña de pedir que los productos sin gluten no sean más caros que se tenga en cuenta que la alimentación sin gluten es su medicina y deberían tener los mismos descuentos que los medicamentos (previa identificación) y que en la carta de los restaurantes incluyan más platos sin gluten en los menús infantiles porque al fin y al cabo los niños no entienden porque ellos tienen que ser diferenntes.Seguir leyendo...