Esta es la tostada ideal para comer cuando uno está solo, si, ¿sabéis por qué? Pues porque si sois dos, seguro que el otro os coge una de las dos rebanadas del plato.
Me encantan este tipo de “bocados” que suelo prepararlos por la noche, una cena de esas en que no tienes ganas de estar en la cocina, pero lo que quieres es comer bien y sano, con una copita de vino (o agua, eso a gustos) es perfecto.
¡¡Os invito!!
Poner a hidratar los tomates en agua durante unas 24 horas, escurrir.
Cortar a trozos pequeños los tomates, las aceitunas deshuesadas y el atún, colocarlo todo en un recipiente con un poco de aceite.
Tostar el pan y restregar el diente de ajo por su superficie, colocar encima el atún, tomate y aceitunas que teníamos en aceite.
Repartir daditos del queso de cabra al que habremos sacado la corteza blanca; unos piñones tostados y rociar el conjunto con el aceite del recipiente.
Para dar color añadir un poco de perejil picado.
NOTA: Los tomates una vez hidratados los guardo en un frasco con aceite en la nevera, aguantan muchos días. ** Pan de centeno, de payés, de cereales, … el que queráis. ** Un queso feta también le va bien. Con esta receta hago mi aportación alRecetario Mañoso, el blog anfitrión es Cacharreando en mi Cocina, su tutora es M. Pilar de "Cocinica de Benas" y el tema elegido es "Tomates secos de Caspe"