Estábamos preparando una comida con amigos ( al final fuimos 15) y Pau se ofreció para ir a comprar tomates que faltaban para el plato principal, así que pensé: “ pobre, con el calor que hace y la pereza que da tener de ir a la compra a las 5 de la tarde… prepararé un poco de merienda, nada un caprichito”.
Pensé en preparar una tostada y empecé a mirar y a poner sobre el mármol de la cocina diversos ingredientes. Solo os digo que desde que la hice el primer día se está volviendo un clásico en casa , al menos una vez a la semana “cae” ya que sirve como aperitivo, merienda, cena... .
En una sartén dorar los piñones, en un minuto estarán. Tostar el pan en horno o tostadora. Pelar, despepitar y trocear muy pequeña la pulpa del tomate.Lavar la pera y hacer láminas.
Montar la tostada: sobre el pan poner daditos de tomate, rociar con aceite, encima trozos de queso de cabra, un par de láminas de pera, brotes de alfalfa y terminar con piñones tostados. Regar con aceite y un poco de sal Maldon.
NOTA: La rebanada del pan es de barra de ¼ de kg. o sea que muy grande no es, pero eso lo dejo a vuestra elección.** El queso de cabra empleado es el de rulo, con la parte blanca. ** La cantidad de brotes a vuestro gusto. ** Si os sobran piñones tostados, se ponen dentro de una bolsita o tarro de cristal cerrado y se pueden guardar muchos días. ** Se puede emplear pera de la variedad que os guste o tengáis, yo suelo emplear la limonera o la conference.** Muy sencillo ya veis.** Si se cambia el queso por uno de ligero, tendrá menos grasa la tostada.
Con esta receta hago mi aportación a Memòries d'una cuinera, cuyo tema elegido este mes es "la tapa"