Sin embargo no acostumbra a formar parte de la anamnesis en las consultas habituales de Pediatría, a no ser que sea el motivo de la consulta. Esto hace que el conocimiento del problema permanezca opaco y alejado de los administradores de la asistencia sanitaria: los profesionales sanitarios.
Si todos coincidimos que el uso de tóxicos recreativos está generalizado entre los adolescentes, resulta incongruente que ello no figure en la encuesta sanitaria en todas las visitas de los adolescentes.
Queremos insistir otra vez en la necesidad de incluir siempre cuestiones relativas al consumo de tóxicos en la entrevista de adolescentes.
Algunas (otras) recomendaciones:
- Hacer de esta parte del interrogatorio una rutina
- Evitar un tono que incluya reconvención o juicio critico
- No dar nada por sobreentendido: ni tipo, ni calidad, ni cantidad, ni forma de administración
- Evitar separar tóxicos legales de los ilegales. La legalidad es un factor social secundario.
- Facilitar la intimidad proponiendo que los padres no estén presentes en la entrevista
- Ser absolutamente exquisito con la confidencialidad a menos que existan riesgos evidentes para el entrevistado u otros
- Obtener datos objetivos sobre dosis y frecuencias
- Recoger los síntomas reconocidos por el entrevistado relacionados con el consumo
- Recoger información sobre la visión del propio entrevistado, de la actualidad y de los que espera del futuro
- Proponer métodos de ayuda que sean participativos
- En su caso proponer la referencia a especialistas
- Ofrecer siempre una opción para repetir el encuentro o la entrevista en otra fecha
El uso de cuestionarios preparados puede tener utilidad en el medio escolar en programas preventivos, pero su empleo tiene notables limitaciones. Nada como una entrevista personal.
Se admiten, como siempre, comentarios y preguntas o consultas.
X. Allué (Editor)