» Trabajo en Equipo I – Aptitud para ser Grupo.
» Trabajo en Equipo II – Distribución de la Información.
» Trabajo en Equipo III – El hoy del Trabajo Colaborativo.
Eres una persona preocupada por tu productividad porque ser productivo te ha ayudado en tu trabajo y fuera de él haciendo que organices tus horas y tengas en mente una planificación. Estás satisfecho porque, aunque todavía tengas cosas por mejorar, has conseguido un nivel de productividad que ha simplificado tu vida. Has conseguido obtener mayor felicidad porque has conseguido tiempo para, por ejemplo, tu familia y tus aficiones que, antes, tenías abandonadas.
Esto es, te has preocupado en coger hábitos productivos y ya tienes controlado tu entorno.
Pero seguro que no trabajas solo (muchos emprendedores sí trabajan solos ¡al ser cada uno de ellos mismos un equipo!). Vivimos en sociedad y todo lo referente a interrelaciones humanas, empatía, ideología y temperamento lo llevamos a nuestras relaciones en el trabajo. Tu forma de organizarte, planificar y tus horarios internos no son los mismos que los de tus compañeros como tampoco lo son tu motivación y energía y sin embargo es necesario hacerte entender con el resto de compañeros para finalizar actividades (que es tu objetivo personal).
Pero ¿la ejecución de un trabajo realizado por dos personas con un nivel del 60% en las métricas de productividad va a resultar un trabajo colaborativo del 60%?, ¿la producción de un equipo es la suma de sus partes? Pues no.
El trabajo es como el amor: no siempre una pareja forman uno y hay veces que 1+1 es más de 2.
Uno puede ser bastante productivo pero a la hora de formar parte de un equipo o grupo puede resultar ya no serlo tanto ya que tiene que amoldarse a otros hábitos y experiencias nuevas: la productividad de un grupo de trabajo es más que la productividad individual de cada elemento del equipo; es dar al grupo su talento y su capacidad (su esencia, su marca personal) de manera que aumente el valor del grupo. No solo es importante cumplir los objetivos individuales sino el saberse integrar en un grupo y ser colaborativo (los expertos de recursos humanos seguro que tienen claro que no coinciden “trabajo individual” con “trabajo en grupo”).
Un nuevo entorno se abre a tu alrededor:
A: Dos nuevas herramientas aparecen en tu vida productiva: las reuniones y el calendario colaborativo:
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- Reuniones “bajo demanda“. Resulta poco útil fijar un día de la semana para hacer reuniones para poder compartir la información; mejor montar reuniones efectivas cuando se necesiten: reuniones aproximadas de 20 minutos da tiempo para compartir el estado actual de trabajo y orientarse de nuevo hacia un objetivo común. También funcionan muy bien la reunión entre los distintos jefes de grupo: una reunión informal de 10 minutos, estando de pie, para conocer y comunicar el estado actual del trabajo. Y mejor hacer una reunión “en vivo” o por videoconferencia o mensajería instantánea que enviar un correo explicatorio con copia a todos los interesados y tener que esperar la respuesta, que se entienda bien lo que querías decir, nuevas dudas que surjan,…..
- Calendario de hitos importantes para superponer los distintos tiempos de actividades paralelas. Importante adquirir unos compromisos de fechas.
B: Dos Malas Prácticas aumentadas en el trabajo en equipo:
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- Que una de las partes quiera destacar por encima de las otras.
- La no colaboración entre los grupos con mal actitud “sutil”: “lo mío funciona es tu parte lo que falla”,
C: Características del trabajo en Equipo:
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- Capacidad de interdependencia y autonomía entre los miembros.
- Cada miembro es dueño, responsable y ejecutor de su trabajo.
- Cada miembro colabora en el grupo dando su esencia, lo que mejor sabe hacer, para ofrecérselo al grupo.
- Confianza entre los miembros del equipo
- Comunicación fluida entre todos los miembros.
- Mucha paciencia, empatía y asertividad. Y respeto (a nivel de trato y de respetar los tiempos de otros para no interrumpir en “mal momento”)
- Forman equipo y desechan el individualismo.
- Delegar el trabajo especializado al individuo mejor preparado.
- Buena Intención.
Y la figura más importante del grupo, el líder, que tiene la misión, entre otras, de asegurar que la concordia, la distribución de tareas y la marcha del grupo sea en positivo. Para ello el líder es integrante del grupo y debe recibir retroalimentación del resto de participantes.
Hay dos modelos que me arranca un buen líder:
1.- La paternalista. El buen líder debe ser como el padre de una familia de 12 hijos atento a escuchar todas las voces y compartir información con su igual en horizontal (la madre)
2.- La sentimental. Uno de los mayores lideres los podéis ver representando la figura de Capataz en los tronos de Semana Santa de Málaga (Pincha aquí si no sabes que es un Capataz de Tronos). Si tenéis ocasión de ver el paso de un trono de la Semana Santa, fijaros en la figura del Capataz y preguntaros: ¿hay mayor ejemplo de liderazgo, dirección y motivación que “convencer” a treinta personas, al unísono, a aguantar una tirada sobre sus hombros o espaldas de 100 kilos por más de 3 horas?.