De hecho, todos estamos acostumbrados a ver ofertas de empleo que exigen unos niveles de titulación, cualificación, capacidades, aptitudes y experiencias que en numerosas veces superan con creces a la expectativa sobre el trabajo y las tareas con la que el futuro candidato se encontrará una vez que sea elegido.
"No tiene sentido contratar a personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos diga qué tenemos que hacer" Steve Jobs.