Basic: ropa a la que le salen pelotillas en la primera puesta.
Clutch: un bolso en el que no te cabe nada y que te obliga a llevar todo en las manos, aparte del clutch, claro. El día que lo lleves es muy posible que pierdas el móvil, las llaves de casa y el tabaco.
Culotte: no es un pantalón ciclista, sino uno que parece que se ha quedado corto al meterlo a la lavadora.
Mom jeans: la traducción literal son "vaqueros de mamá", y es cierto, te ponen 20 años encima solo con ponértelos.
Patchwork: juntar varios retales de distintas telas para crear un nuevo diseño, como cuando tu abuela aprovechaba lo que tenía en casa para hacerte un jersey que odiabas. Ahora como se ha puesto de moda pagar un dineral por algo que parece de pordiosera.
Choker: una gargantilla que se lleva tan pegada al cuello que te cuesta respirar o tragar nada. Ideal si vas a una fiesta o a un cocktail y estás a régimen.
Mules: se venden como un calzado cómodo, plano o con tacón bajo, pero en realidad te costará varios esguinces de tobillo.
Slip dress o tendencia pijama: tú, que sabes mucho de moda, sabes que la tendencia lencera arrasa, pero el resto de personas con las que te encuentres pensarán que has salido de casa recién levantada.
Slim: tienes que adelgazar 4 kilos para que te quepan estos pantalones.
Skinny: tienes que adelgazar 8 kilos para que te quepan estos pantalones.