Quiero comentar algunos conceptos que me interesan. Comienza hablándonos del significado de la transformación. El objetivo de transformar nuestra mente es encontrar la felicidad. Todos los seres humanos aspiramos a ser felices y superar el sufrimiento. Nuestro estado de ánimo es decisivo en el modo en que experimentamos la felicidad y el sufrimiento. La clave para transformar nuestras mentes radica en comprender el modo de operar de nuestros pensamientos y emociones. Al comprender que los pensamientos y las emociones aflictivos son destructivos y negativos y al intentar reforzar nuestros pensamientos y emociones positivos, que son antídotos, gradualmente reducimos la ira, el odio y así sucesivamente. Aplicando durante toda la vida esta disciplina, minimizaremos la fuerza de la ira y realzaremos el sentimiento opuesto: el altruismo. El modo de examinar la forma en que nuestros pensamientos y emociones surgen en nuestro interior es a través de la introspección, por medio de la meditación. La naturaleza de los pensamientos y las emociones humanos es tal que cuando más participas de ellos y los desarrollas, más poderosos se vuelven. Para finalizar me quedaría con esta reflexión: “Con el propósito de reducir el poder de emociones negativas como la ira o el odio, tenemos que fomentar sus antídotos: el amor y la compasión.”
Quiero comentar algunos conceptos que me interesan. Comienza hablándonos del significado de la transformación. El objetivo de transformar nuestra mente es encontrar la felicidad. Todos los seres humanos aspiramos a ser felices y superar el sufrimiento. Nuestro estado de ánimo es decisivo en el modo en que experimentamos la felicidad y el sufrimiento. La clave para transformar nuestras mentes radica en comprender el modo de operar de nuestros pensamientos y emociones. Al comprender que los pensamientos y las emociones aflictivos son destructivos y negativos y al intentar reforzar nuestros pensamientos y emociones positivos, que son antídotos, gradualmente reducimos la ira, el odio y así sucesivamente. Aplicando durante toda la vida esta disciplina, minimizaremos la fuerza de la ira y realzaremos el sentimiento opuesto: el altruismo. El modo de examinar la forma en que nuestros pensamientos y emociones surgen en nuestro interior es a través de la introspección, por medio de la meditación. La naturaleza de los pensamientos y las emociones humanos es tal que cuando más participas de ellos y los desarrollas, más poderosos se vuelven. Para finalizar me quedaría con esta reflexión: “Con el propósito de reducir el poder de emociones negativas como la ira o el odio, tenemos que fomentar sus antídotos: el amor y la compasión.”