(J.V.P., Valencia, Información.es)
La Comisión Europea investiga un presunto fraude de academias que facilitan el CAP sin examen y un empadronamiento temporal en el país del Este.
La Comisión Europea está investigando un presunto fraude en el que estarían incurriendo centros de formación polacos para obtener de una manera más rápida y barata el Certificado de Aptitud Profesional para transportistas (CAP) en la modalidad inicial (nuevos conductores), así como otros permisos de circulación.
El procedimiento abierto tiene como origen una denuncia de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), entidad que ayer confirmóque estarían también implicados conductores de la provincia, si bien desconoce el número concreto. Las autoridades europeas están requiriendo información al Gobierno polaco, mientras que desde España la Dirección General de Tráfico (DGT) también está recabando datos sobre el asunto.
Fenadismer califica los hechos de “situación absolutamente irregular y contraria a la normativa europea”. Así, señala que no se exige en estos centros realizar ningún examen del CAP ante las autoridades competentes, cuando en España todos los transportistas deben superar esta prueba -que recoge la legislación comunitaria- si quieren circular con su vehículo.
Además, estas autoescuelas polacas, que realizaban sus ofertas en una web con domicilio legal en Barcelona, facilitaban los trámites necesarios para empadronarse en la ciudad a la que se viajaba y el canjeo del permiso de conducir español por el polaco.
Si bien un conductor español puede conducir con un certificado de Polonia en el territorio comunitario, desde la federación, su secretario general, Juan José Gil, señalaba que se trata “de una irregularidad manifiesta” el empadronarse por unos días para conseguir un carnet. “En el caso de los permisos de conducir, en España podrían quedar al margen de la obligación de renovarlo o de las sanciones por puntos” de la Dirección General de Tráfico.
Las investigaciones de la autoridad comunitaria todavía tienen que determinar qué servicios ofrecidos son ilegales. Fenadismer señala, no obstante, que “en el caso de que los centros polacos se estén aprovechando de algún vacío legal exigirán que se resuelva cuanto antes”.
Respecto al certificado CAP, estas agencias ofrecían auténticos paquetes de servicio por 650 euros que incluían desde estancia a clases en la lengua materna y periodos de formación más cortos. En España, el precio medio para lograr este documento ronda, según Fenadismer, los 1.200 euros. Los transportistas viajaban en compañías aéreas de bajo coste hasta Alemania, desde donde se trasladaban a una ciudad polaca cercana a la frontera. Una vez allí, les esperaba un apartamento con televisión por satélite, piscina cubierta y acceso inalámbrico a Internet (WIFI). Asimismo, el resto de inquilinos con los que compartían las instalaciones eran españoles.
Reclamos contra la legislación
Por otro lado, estos centros de formación también ofrecían la obtención de los permisos para conducir camión con remolque o semirremolque (C+E), y el de coche (B) con tan sólo 10 y 7 días de clase, respectivamente.
En el sitio web en el que se ofertaban, las academias mostraban sin rodeos el siguiente reclamo: “¿Has perdido tu carnet español? Canjea tu carnet de conducir español en Polonia y conduce sin ningún riegos de perder puntos”.
Una autorización obligatoria en la UE
El CAP afecta a los estados miembros de la Unión Europea. Como explica el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Profesores de Formación Vial, Paco Paz, nació hace tres años como respuesta al “aumento de la siniestralidad en los vehículos de transporte”. Es obligatorio para transportistas de viajeros y mercancías por carretera. Para quienes obtienen el permiso de conducción de vehículos de transporte es obligatorio aprobar el CAP inicial mediante una formación y un examen. Para quienes cuentan con la antigüedad determinada por la norma se realiza una formación continua de 35 horas. Todos hacen un reciclaje cada cinco años.