Son alteraciones severas de personalidad y de las tendencias del comportamiento del individuo, que no son consecuencia directa de una enfermedad, daño o alguna alteración del cerebro, o de una enfermedad psiquiátrica. Normalmente abarcan diversas áreas de la personalidad y casi siempre van asociadas con tensión subjetiva y dificultades de adaptación social. Suelen estar presente desde la infancia o la adolescencia y persisten en la vida adulta.El modo de ser propio del individuo y su forma permanente de vivenciar y comportarse, se desvía de forma importante de las normas aceptadas y esperadas de la propia cultura, comprendiendo el área de la cognición, por ejemplo, la manera de percibir e interpretar las cosas, personas y acontecimientos, en el desarrollo de las actitudes y la imagen de sí mismo y de los demás, es importantísimo el área de la afectividad, que tiene relación con el rango, la intensidad y adecuación de la respuesta emocional y la afectividad, conllevando el control de los impulsos y satisfacción de los deseos; y el modo en que se relaciona con los demás y el manejo de situaciones interpersonales.El trastorno de personalidad narcisista no nace de la noche a la mañana, es fruto de una dinámica familiar, los padres, el entorno familiar han inculcado en la persona que presenta este trastorno, un sentido exagerado de auto importancia, el paciente exagera sus logros y cualidades y espera ser reconocido como una persona superior sin nada que lo avale. Se presenta preocupación con fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor ideal. Tienen la creencia de ser especiales y únicos y de poder ser entendidos o relacionarse solamente con otras personas o instituciones especiales o de alto nivel.A raíz que su yo interno no ha sido gratificado en la infancia o adolescencia, sienten una necesidad excesiva de admiración, lo que lo hacen altamente manipuladores, originando tener un sentido exagerado de sus derechos y esperar, de forma no razonable, ser tratado de manera especialmente favorable o que se cumplan automáticamente sus deseos. Son grandes explotadores de las relaciones interpersonales, aprovechándose de ellas para conseguir sus propios fines.Esta clase de pacientes carecen de ausencia de empatía y poca capacidad para identificar los sentimientos y necesidades de los demás, son fríos, calculadores, egoístas, incapaces de colocarse en la piel de otra persona. Más bien son personas que envidian frecuentemente a los demás y creen que son envidiados porque se creen lo máximo, por lo tanto, sus actitudes o comportamientos son arrogantes y altivos, haciendo sufrir al entorno que interactúa, son personas tóxicas.Fuente: expreso
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