Se trata de un trastorno psiquiátrico, una enfermedad crónica con curso variable que puede ocurrir repentinamente, o no se activa por algún evento estresante. Es más común en la adolescencia y en edad adulta que en la infancia.
Muchas personas confunden a menudo la personalidad obsesivo compulsivo con el trastorno en sí mismo. Es posible que haya un pariente, un amigo o un vecino actúe con rituales y metódicamente presentando una forma insegura de relacionarse con la realidad. En este caso, nos encontramos con una personalidad obsesiva compulsiva.
El T.O.C. es algo estructural (está en la base de la formación de nuestra personalidad) determinando de una inhibición en el comportamiento social y en la adaptación del individuo con el medio ambiente. Quienes tienen TOC sienten que hay algo en ellos que no es correcto o que no va bien, características comunes a los neuróticos, que causa ansiedad en una persona y un verdadero sufrimiento emocional.
Entre las posibles causas del trastorno obsesivo compulsivo, puede destacarse las biológicas y las psicológicas.
Desde el punto de vista biológico, se cree que el TOC es causado por una disfunción de los neurotransmisores (como la serotonina) de ciertas regiones del cerebro, las cuales podrían tener una base genética.
Según el punto de vista psicológico, se cree que este trastorno se origina debido a un ambiente infantil duro, controlador, exigente, amenazador, donde el individuo puede haberse sentido desvalorizado, ignorado y humillado. El comportamiento obsesivo por lo tanto sería una forma de controlar la angustia, que se expresa a través de rituales. En otras palabras, puede ser visto como la manera de contrarrestar las situaciones que el sujeto considera peligrosas o destructivas.
Estos rituales que hemos mencionado pueden ser lavarse las manos una cantidad determinada de veces al día (obsesión por la limpieza), verificar en reiteradas ocasiones si se ha cerrado correctamente el gas o la puerta del hogar, o repetir o contar palabras mentalmente, entre otros.