La anorexia y la
bulimia son patologías que no tienen en cuenta una alimentación mediterránea ni una vida sana, ya que se han extendido cada vez más en la sociedad mundial, en el siglo XXI, y se
tratan de una obsesión moderna pero no correcta de la perfección del cuerpo, a
la que podríamos denominar <<epidemia por el culto al cuerpo>>.
Los trastornos
alimentarios que durante mucho tiempo fueron propias y solo de mujeres,
sobretodo adolescentes, ya no están solas en el padecimiento, son muchos los chicos
jóvenes que están padeciendo esta patología, como deseo de obtener una imagen
corporal perfecta.
Esto pasa porque
algunas personas desearían estar en el cuerpo de otro, y precisamente es en la
adolescencia cuando estas obsesiones se intensifican porque es cuando la
personalidad aun no está determinada y tampoco está aceptada, además de que los
medios de comunicación trasmiten constantemente modelos de perfección y belleza
que en realidad no lo son, esto hace que los jóvenes se sientan obligados a
buscar esos cuerpos “ideales” sacrificando su salud.
Hay dos trastornos
alimentarios que son las más comunes en los últimos tiempos. La bulimia
nerviosa que normalmente empieza al principio de la adolescencia. Cuando los
jóvenes comienzan con las dietas restrictivas que no dan el resultado que
esperan, y entonces se atiborran para apagar las penas, pero se sienten
culpables luego y buscan la manera de que su cuerpo no digiera esos alimentos,
ingiriendo laxantes en tomas voluminosas, pastillas para adelgazar o
medicamentos para eliminar líquidos o, simplemente, inducen el vomito.
Los
síntomas a tener en cuenta son, el comer compulsivamente, podríamos decir
atracones y escondiéndose de las demás personas, sobretodo autoritarias sobre ellos.
Los síntomas que nombramos antes, inducir el vomito, toma de laxantes, etc. Erosión
del esmalte y cambios de carácter como la depresión, la tristeza, los
sentimientos de culpabilidad y odio hacia sí mismo.
La anorexia nerviosa es
la motivación primaria por la cual no desean comer es un temor abrumador por
engordar, esto podríamos denominarlo fobia de peso. Estas personas aun cuando
se ponen delgadas están convencidas de que padecen sobrepeso.
El tabaquismo y
los ejercicios compulsivos son riesgos que forman parte de esta condición. Sus
síntomas son no comer de forma sana con alimentos necesarios para el organismo, ni de cualquier otro tipo, miedo
intenso a ganar peso, imagen corporal distorsionad con gran pérdida de peso, sentimiento de culpa por haber comido. Hiperactividad y ejercicio físico
excesivo, en las mujeres puede desaparecer la menstruación y también le
cambian el carácter como irritabilidad, tristeza e insomnio.