La exposición de las mujeres embarazadas y los niños a
las toxinas comunes que alteran la hormona tiroidea puede estar relacionados
con la mayor incidencia de trastornos del desarrollo cerebral, según una
revisión publicada en Endocrine
Connections. Numerosas sustancias químicas comunes como los pesticidas pueden
interferir con las acciones normales de la hormona tiroidea, que son esenciales
para el desarrollo normal del cerebro en fetos y niños pequeños. En esta
revisión, del Centro Nacional de Investigación Científica de la Universidad de
París-Sorbona examinaron evidencias publicadas de la gran variedad y alto
número de químicos, desde pesticidas hasta productos químicos utilizados en la
fabricación de medicamentos, cosméticos, muebles y plásticos, que pueden
interferir con la Hormona Tiroidea. Los autores destacan además que las mezclas
complejas de estas sustancias químicas que alteran la tiroides están presentes
en todos los seres humanos, incluidos los niños y las mujeres embarazadas. Los
conjuntos de datos proporcionan un vínculo plausible con la incidencia reciente
de afecciones del neurodesarrollo, incluidos los trastornos del espectro
autista y trastornos por déficit de atención con hiperactividad.