Entre las nuevas directrices, del año 2012 para tratar enfermedades de transmicion sexual publicadas en la revista Morbidity
and Mortality Weekly Report. Los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC) de EE. UU. recomiendan que la ceftriaxona sea el tratamiento de primera
línea para la Gonorrea. Este debe usarse en combinación con, la azitromicina o
la doxiciclina, por vía oral. El riesgo de que los organismos se hagan
completamente resistentes será mucho menor con la combinación de dos fármacos
que si solo administramos un tratamiento ya que dos antibióticos confunden un poco
al organismo y así esto podría ralentizar el avance de la resistencia. La Neisseria
gonorrhoeae es una bacteria que se ha vuelto progresivamente más
resistente a todos los antibióticos usados en su contra desde la década de los
30, entre éstos se encuentran las sulfonamidas, la penicilina, la tetraciclina,
y en la década del 2000, las fluoroquinolonas. Al limitar el uso de las
cefalosporinas a solo ceftriaxona, se
espera que la gonorrea no desarrolle resistencia a todos los fármacos de esa
clase. Las nuevas recomendaciones también aconsejan que todos los pacientes se
sometan a una "prueba de cura" para asegurar que la infección se haya
erradicado del todo. Esto significa que todos los pacientes que reciban
tratamiento tendrán que hacer otra visita al consultorio médico. En el pasado,
la prueba de cura solo se llevaba a cabo en las mujeres embarazadas. Para
prevenir la transmisión de la gonorrea, los individuos deben también seguir las
prácticas de sexo seguro, como usar condones. Los CDC señalaron que la
abstinencia y la monogamia son las mejores medidas protectoras, y que los
grupos en mayor riesgo (los hombres homosexuales y bisexuales sexualmente
activos, y las mujeres sexualmente activas de alto riesgo) deben hacerse la
prueba de la gonorrea al menos una vez al año.