El Hospital Universitario de Utrecht (UMC) de Holanda ha aplicado por primera vez en
el mundo el ultrasonido en pacientes con cáncer de mama usando una avanzada
tecnología de resonancia magnética (MRI) que permite visualizar con gran precisión el tumor mientras se produce el
tratamiento. La investigación aplica la tecnología conocida como
“MRI-HIFU”, en referencia a las siglas en inglés para la imagen producida por
la resonancia magnética, MRI, mientras que HIFU son el acrónimo equivalente a
chorros de intenso ultrasonido usado como medio para “quemar” el cáncer. La
clave del tratamiento es poder ver el tumor a la vez que se trata, lo que nos permite aplicar con concreción el
ultrasonido y dañar lo menos posible las células sanas. El paciente se
coloca boca abajo en una camilla (que luego se introduce en el MRI) provista de
una especie de hueco al que llegan las aplicaciones del ultrasonido. Los
expertos ven en esta técnica una alternativa para la cirugía y así evitar los
efectos secundarios, psicológicos, sociales y estéticos que conlleva en muchos
casos una operación o la extirpación del pecho.