La utilidad de las manos es innegable. No existe órgano que ejecute las órdenes del cerebro con tanta celeridad y eficacia. Ellas también se merecen nuestros cuidados.
Higiene
La mejor forma de lavar las manos es mediante agua templada, empleando el jabón sólo cuando sea estrictamente necesario. Si las manchas son rebeldes, da buen resultado el detergente para fregar la vajilla, que generalmente ya lleva protectores incorporados. El lavado se complementa con un cepillado de las uñas. Para terminar, es recomendable extender una crema hidratante no grasa por toda la superficie.
Hidratación
La tersura de la piel puede aumentarse a base de preparados de pepino o infusiones de salvia.
Cuando la piel está muy deteriorada, se puede extender un poco de aceite de oliva para suavizarla. También ofrece buenos resultados el germen de trigo, la glicerina, o cremas enriquecidas con vitaminas A y E.
Estética
En cuanto a las manchas solares, o el tratamiento de las pecas, suelen emplearse fricciones a base de zumo de limón, manzanilla o agua oxigenada.
Ejercicio
Es aconsejable movilizar las manos con ejercicios adecuados. Los que describimos a continuación también pueden utilizarse para el tratamiento de artrosis.
- Cerrar los puños con fuerza, manteniéndolos así durante unos segundos. Abrir las manos con fuerza.
- Apretar una pelota de tenis entre los dedos en periodos de diez veces.
- Con una sola mano, coger tres canicas y jugar con ellas entre los dedos sin ayudarse de la otra mano.
- Simular que se toca el piano sobre una superficie.
- Ayudarse de la otra mano para forzar con suavidad las articulaciones de los dedos hacia atrás y después tirar de ellos hacia arriba.
- Realizar movimientos rotatorios con las muñecas.
Para el fortalecimiento de las uñas son adecuados los suplementos de sílice, cinc, vitamina A, hierro y calcio.