Así que hoy vamos a hacer una receta muy sencilla, de muy poca elaboración y que podemos combinar con los ingredientes que más nos guste. La combinación de queso con espinacas la he descubierto hace poco y me ha encantando, por eso he vuelvo a emplear esta misma combinación en otro plato diferente que nos podrá servir para una cena rápida o para un picoteo.
Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre fresca
- 200 g de espinacas congeladas
- Aceite de oliva
- 60g. de cebolla
- 1 diente de ajo
- 150 g. de queso crema
- 1 cucharada de piñones
- 1 cucharita de semillas de sésamo
- 1 clara de huevo
- sal y pimienta blanca
Preparación:
En esta receta he utilizado las espinacas congeladas pues me resultó más prácticas para esta elaboración. Dejamos descongelar las espinacas. Pelamos la cebolla y el ajo y lo trituramos muy pequeños.
Ponemos una sartén al fuego y la cubrimos ligeramente con aceite de oliva. Introducimos la cebolla y rehogamos hasta que empiece a transparentar, añadimos el ajo y sofreímos unos minutos. Añadimos las espinacas y removemos bien para que se integren los tres ingredientes. Dejamos cocinar 5 minutos a fuego bajo, le añadimos sal y pimienta a nuestro gusto. Volvemos a rehogar unos segundos para luego retirar la sartén del fuego y dejar enfriar.
Cuando tengamos las espinacas a temperatura ambiente le añadimos el queso crema y hacemos una pasta. Tostamos los piñones en una sartén y los incorporamos a la pasta.
Precalentamos el horno a 200º
Preparamos el hojaldre y aprovechamos el papel que lo cubre para llevarlo al horno. Estiramos el hojaldre y marcamos tres partes iguales. En el centro depositamos las espinacas con el queso y los lados sobrantes los cortamos en tiras de un centímetro aproximadamente, desde el exterior hasta el interior, justo hasta donde hemos marcado el centro del hojaldre. Ahora vamos intercalando las tiras de hojaldre de la derecha y de la izquierda hasta formar una trenza.
Batimos la clara de huevo ligeramente y pintamos la superficie del hojaldre, espolvoreamos con las semillas de sésamo.
Ponemos el hojaldre con su papel sobre la bandeja del horno y lo llevamos a media altura durante 20 minutos aproximadamente, hasta que veamos que la superficie empieza a adquirir un color dorado. Pasado el tiempo, retiramos y dejamos templar.