Como a simple vista puede observarse, La sabiduría de los libros ha cambiado conmigo, al igual que lo han hecho mis intereses literarios. Hasta ahora, mi vida como lector se había centrado en literatura juvenil, pero cierto es que últimamente las novelas que hace unos años habría disfrutado sin dudar ahora no llaman tanto mi atención, que es atraída por otro tipo de novelas que hasta ahora no había explorado, y que están resultando gratas sorpresas.
Simplemente espero que os guste el cambio y que me acompañéis en él. Y, cómo no, agradecer a todos los que en estos tres años han estado conmigo. Gracias.