Uno de ellos es Alfonso Martín Burguillo, reconocido pintor del que ya he hablado aquí a propósito de sus originalísimos cuadros. Alfonso expone hasta el día 10 de enero en la galería madrileña Jorge Alcolea. Se trata de obras de su última etapa, en un estilo que yo califico -sin que le moleste- de hiperrrealismo consumista, en el que objetos cotidianos y a veces muy prosaicos se convierten en el centro de inspiración del autor para convertirse en obras de arte casi fotográficas.Casualmente, en una de esas obras (ver imagen de arriba), Alfonso ha tenido el detalle de convertir mi apellido, traducido al ruso, en elemento de hipotética marca comercial.
(Esto no es publicidad, ojo, que yo tengo intención de comprar alguno)